Las denuncias por maltrato, abuso y acoso laboral continúan surgiendo en los ámbitos estatales de la provincia de Neuquén. En esta oportunidad, la municipalidad de Villa La Angostura se vio involucrada en un caso que ya cuenta con presentaciones en la Justicia enmarcada en una situación donde se ejerció violencia de género.

Una trabajadora del Ejecutivo de Villa La Angostura relató a un medio que durante un año y medio sufrió un sinfín de agresiones y acoso por parte de la planta de trabajadores y, a su vez, de superiores. Denunció a otro trabajador municipal por intento de abuso sexual frente a otras personas y la municipalidad porque la dejaron sin trabajo, como modo de represalia.

Romina Vera, de 37 años, inició sus labores en el área de mantenimiento del municipio en marzo de 2021. Su contratación significó un hecho importante ya que se convirtió en la primera mujer en integrar una cuadrilla de obreros. Tal fue así que los medios locales reflejaron en sus portadas este hecho histórico.

Sin embargo, declaró que -puertas adentro- la cuestión de género es una materia pendiente. “Es como una mafia, no es una municipalidad”, pronunció Romina entre bronca y angustia. Ella aseguró haber vivido no sólo maltrato laboral sino también acoso y hasta un intento de abuso sexual.

Reveló que el hecho más fuerte que le tocó atravesar fue cuando uno de sus compañeros se acercó a su lugar de trabajo, le tomó una foto sin su consentimiento y apoyó sus genitales contra ella e intentaba besarla. Lo ratificó luego en una denuncia penal ante la fiscalía y lo trasladó a sus superiores, pero aseveró que nadie le dio una respuesta ni solución.

Al volver un poco más atrás en el tiempo, recordó sus inicios en el municipio de Villa La Angostura y relató que las agresiones estuvieron desde un principio. “Me miraron medio raro porque era la primera y única mujer dentro de la cuadrilla de hombres. Tuve varios episodios de maltratos e insinuaciones morbosas, de parte de mis compañeros”, señaló.

Vera, en base a su vivencia y testimonio aseguró: “Ser mujer te juega en contra en estos lugares, lamentablemente”. Continúo con la narración de los hechos e hizo referencia a las acciones que llevó adelante para que los comentarios sexistas y el acoso que ella expuso, frenaran.

Expediente de la causa.

“En reiteradas ocasiones, hice mis descargos y hablé con mi jefe, Fabián Arévalo. Hablé con el intendente, Fabio Stefani, no me daba bolilla. Desplazó a mi superior, que algo había hecho, pero todo por encimita”, manifestó.

Mencionó que en junio se encontró con la negativa del municipio de renovarle su contrato hasta que finalmente lo consiguió y a partir de allí, estaba bajo las indicaciones de Pablo Masías. “El maltrato continúo. Solían dejarme sola, levantando bolsas de cemento y placas, lo hacían a propósito. Me hacía cargar y descargar a pesar de decirle de mi dolor de espalda. Estuve en tratamiento”, indicó.

Descargo de Vera ante el municipio.

En septiembre, el panorama se le tornó más adverso. La trabajadora denunció que un nuevo compañero de su área, de apellido Eberhard, se propasó con manoseos y la forzó a besarlo.

Subió con la excusa de que me iba a preguntar algo del trabajo. Estaba arrodillada pintando, se queda mirando, me invita un mate y lo recibo. Sigo con mi trabajo y en eso veo que me saco una foto, le pedí que la borrara, pero no lo hizo. Le vuelvo a insistir, se pone atrás mío y me agarra para apoyarme su miembro. Además, intentó besarme a la fuerza, detalló Romina Vera.

Tras lo sucedido, Vera afirmó que informó lo que había ocurrido no solo a su superior sino también al mismo intendente.  “Están muy acostumbrados a que pasen estas cosas. Cuando denuncié empezaron las represalias contra mí, me retuvieron el sueldo. Tuve que rogar para que me lo paguen. Hoy me mandaron un mensaje de que no iban a mandarme el contrato porque no estaba cumpliendo con mi trabajo”, agregó. 

Sostuvo que se encuentra muy mal anímicamente, hasta ahora contaba con licencia y la persona denunciada, con una prohibición de acercamiento. “Me paralizó, me traumatizó. No podía salir, tenía miedo. Me quedé sin voz. Es horrible todo lo que pasé. Te amenazan, te dejan sin trabajo, te ponen trabas para todo lo que querés hacer. Nadie hizo nada”, sentenció.

Por Prensa Pura Digital

DIARIO DE VILLA LA ANGOSTURA Y REGIÓN DE LOS LAGOS. NEUQUÉN.

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