La empresa Vicentin, una de las principales agroexportadoras de Argentina, enfrenta una crisis sin precedentes que podría desencadenar un conflicto laboral de alcance nacional. El Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros del Departamento de San Lorenzo (SOEA San Lorenzo) y la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina (FTCIODyARA) emitieron un comunicado conjunto en el que advirtieron que, si la empresa no paga los salarios correspondientes a febrero, iniciarán un plan de lucha que paralizará todas las plantas aceiteras del país.

El anuncio llegó después de una reunión entre los representantes sindicales y los directivos de Vicentin, en la que el gerente de Recursos Humanos, Carlos Iglesias, puso en duda el pago de los salarios. Según los sindicatos, Iglesias incluso mencionó la posibilidad de frenar la producción o cerrar las puertas de la empresa. “No permitiremos la pérdida de un solo puesto de trabajo de nuestros compañeros aceiteros ni aceptaremos un peso menos de nuestro salario”, afirmaron los gremios en el comunicado.

En la denuncia presentada ante la Secretaría de Trabajo, los sindicatos detallaron que, durante la reunión del 25 de febrero, Iglesias afirmó que la empresa se encuentra “al borde del abismo” y agregó: “No sabemos si podremos abonar los salarios del mes de febrero”. Además, Iglesias manifestó que “de no conseguirse fazón, viene la quiebra”. Consultados sobre si los salarios estaban asegurados, respondió: “No, no lo sé porque se acabó la caja. Es evidente que nos han superado, nos han ganado”.

La situación de Vicentin es crítica. La empresa se encuentra en concurso preventivo desde hace meses, y un incumplimiento en el pago de salarios podría llevarla a la quiebra definitiva. Según la Ley de Concursos y Quiebras, una empresa concursada no puede contraer nuevas deudas, lo que incluye el pago de salarios. Si Vicentin no cumple con esta obligación, se generaría una deuda post-concursal que pondría en riesgo unos 1.300 empleos directos y 1.700 indirectos.

Los sindicatos responsabilizaron a los dueños de Vicentin por la situación actual y advierten. “No seremos simples testigos de la liquidación de la empresa Vicentin, cuyos principales responsables son sus propietarios, empresarios que la llevaron a esta situación de cuasi quiebra”, señalaron en el comunicado. Además, rechazaron cualquier intento de desguace de la empresa, ya sea por parte de multinacionales o de grupos locales que especulan con su quiebra.

Esta no es la primera vez que Vicentin enfrenta un conflicto laboral. A fines de 2024, la empresa logró una tregua gremial de tres meses después de que los sindicatos aceptaran un esquema de pago alternativo para un bono adeudado. Sin embargo, la situación financiera de la compañía no mejoró, y ahora los trabajadores exigen el pago íntegro de sus salarios.

Los sindicatos aceiteros tienen un historial de lucha y negociaciones exitosas. Su capacidad de movilización y unidad los convirtió en uno de los gremios más fuertes del país. Ahora, frente a la crisis de Vicentin, no dudaron en advertir que tomarán medidas extremas si no se garantizan los salarios y los puestos de trabajo.

“Advertimos a la Secretaría de Trabajo que, en caso de no abonarse los salarios y continuar esta situación de incertidumbre, daremos inicio a un plan de lucha tomando medidas gremiales que se extenderán a nivel nacional”, afirmaron los sindicatos. Este plan de lucha incluiría la paralización de todas las plantas aceiteras del país, lo que tendría un impacto directo en la producción y exportación de productos oleaginosos.

La unidad entre los sindicatos aceiteros y desmotadores es un factor clave en este conflicto. En los últimos años, estas organizaciones han fortalecido su alianza, sumando poder de fuego frente a las empresas. En 2021, por ejemplo, formaron una confederación sindical que agrupa a trabajadores de todo el complejo agroexportador, lo que les permitió negociar con mayor fuerza.