La decisión de Massa de romper en los hechos el acuerdo con el FMI que cerró en Washington después de las primarias, expone a la conducción del organismo a las críticas internacionales en la próxima asamblea anual prevista para la segunda semana de octubre en Marrakech en Marruecos.
La exótica ciudad africana será el escenario elegido por la elite de las finanzas mundiales para reunirse, en un evento global en el que será ineludible -por malas razones- el protagonismo de la Argentina. La relación del organismo con su mayor deudor va de mal en peor y obligará a la conducción del FMI a dar explicaciones.
En su último encuentro con la cúpula del FMI en Washington, Massa le planteó a Kristalina Georgieva que su devaluación fiscal previa a las PASO había sido mucho más efectiva para acumular reservas que la devaluación directa que el organismo impuso después de las primarias.
La tensión es evidente. Massa asegura en privado que una línea interna del FMI está decidida a boicotear su candidatura presidencial: “Me hacen la vida imposible”, repite el ministro de Economía. No es un secreto que su relación con el director del Hemisferio Occidental, el chileno Rodrigo Valdéz, es pésima.
De hecho Guillermo Michel, director de Aduana y mano derecha operativa del ministro candidato comparó a Rodrigo Valdés con Anoop Singh. “Nada más que Anoop Singh vino e impuso la tablita de Machinea en el año 1999, y Valdés nos quiso imponer una devaluación del 100% y no lo logró”, afirmó Michel.
Sobre este marco de tensión también intervino el propio subsecretario del Tesoro para Asuntos Internacionales de Estados Unidos, Jay Shambaugh, le pidió al Fondo Monetario Internacional (FMI) que no financie a los países que no adoptan medidas para mejorar su situación económica. El segundo de Janet Yellen indicó en un reciente discurso: “El FMI debe estar dispuesto a retirarse si un país no toma las medidas necesarias”.
“El financiamiento debe tener un propósito y venir acompañado de políticas que devuelvan la estabilidad al país; un programa con un ajuste insuficiente simplemente dejará al país que vuelva a estar en la misma o peor posición económica”, afirmó Shambaugh.
Si bien este comentario no estuvo dirigido específicamente a la Argentina, fue interpretado coomo tal. Mark Sobel, ex representante de EEU ante el FMI durante la presidencia de Obama dijo sobre este mensaje: “No llores por mí Argentina. Argentina es la palabra tácita en una fuerte crítica a las normas de préstamo del FMI”.
Lo concreto es que en Washington están que trinan. Con las últimas medidas, Massa ignoró cabalmente las exigencias comprometidas en la ùltima revisión, compromisos que habilitaron, después de dos meses de intensa negocación, el desembolso de los dólares necesarios para estabilizar temporalmente el frente cambiario.
En la víspera de la Asamblea anual del Banco Mundial y el FMI, los burócratas del organismo releen con desconcierto la página 22 del staff report que publicó el organismo: “Tras el rápido crecimiento real de la masa salarial del gobierno federal en el primer semestre de 7% interanual, será fundamental garantizar que los aumentos salariales en los próximos meses sean limitados y consistentes con un aumento real anual general de como máximo el 3% en consonancia con las proyecciones de la cuarta revisión”.
Lo concreto es que para aprobar la última revisión del acuerdo con el FMI, Argentina se comprometió a cumplir una serie de “acciones prioritarias” tal como lo define el Fondo.
En primer lugar la devaluacion escalonada del 30 % respecto alnivel de tipo de cambio de finales de julio, lo que suscedió al día siguiente a las Paso.
Segundo, había que aumentar de las tasas de interes en 2100 puntos basicos para contener el traslado a precios. En este caso desde la entidad que conduce Miguel Pesce determinó no mover la tasa de interes de referencias.
En tercer lugar, el FMI pidió extender los vencimientotos de deuda en pesos en poder de sectores publico y privado. La secretaria de Finanzas venía y continuó operando en ese sentido
La cuarta y completamente ignorada fue el margen de emisión de “orden administrativa” para garantizar que los futuros aumentos salariales publicos sean consistentes con un crecimiento promedio anual del salario real como maximo el 3%.
Al igual que la quinta, también desoída, donde se exigía una actualizacion de tarifas electricas desde el 1 de septiembre.
“Condicionaron los desembolsos al salto devaluatorio y nos tuvieron con la soga al cuello hasta el final”, remarcó una fuente del oficialismo que agregó que “de no haber sido porque Sergio los apuró con los préstamos de China y Qatar, que desdibujaron el rol del FMI como prestamista de última instancia, nos iban a dejar tirados al borde del abismo”.