Mauricio Macri sigue enojado con la decisión de Horacio Rodríguez Larreta de desdoblar las elecciones porteñas y ahora mandó a Laura Alonso a sembrar sospechas sobre la licitación del voto electrónico, un tema que suma polémica a la interna de Juntos por el Cambio.
La extitular de la Oficina Anticorrupción, una ultra del expresidente, se despachó en redes sociales con un extenso texto sobre la decisión de Larreta en el que destacó especialmente la cuestión de la contratación de las urnas electrónicas por parte del GCBA.
“En CABA, las urnas electrónicas no están contratadas al día de hoy. Tienen que hacer una adquisición directa”, afirmó Alonso junto a un emoji de una cabeza explotando. “A quién? Por cuánto?”, agregó con suspicacia y luego advirtió: “El proceso debe ser intachable”.
Más allá de las críticas políticas que luego realiza Alonso a la decisión de Larreta de desdoblar los comicios, que haya puesto el eje en la contratación del voto electrónico no parece casual y anticipa otro capítulo de la tensión en el PRO. “La elección se podría hacer concurrente con boleta única papel para cargos locales sin tanta complicación y no se viola nada”, indicó la exdiputada.
Como contó un medio, la decisión de que los porteños voten con Boleta Única Electrónica (BUE) generó tensión también en Larreta y Martín Lousteau, que desde 2015 rechaza ese mecanismo y reclama la boleta única de papel. Incluso, en las elecciones de ese año sembró dudas sobre la transparencia del triunfo del PRO.
Acaso por eso Macri elige cuestionar la licitación del voto electrónico, más allá de que fue durante su gestión porteña durante la que se implementó ese sistema y se contrató a la misma empresa que ahora aparece como favorita para quedarse con el negocio. Además, como presidente de la Nación intentó sin éxito llevar el sistema a todo el país.
El gobierno porteño tiene menos de tres meses para licitar, adjudicar y auditar el sistema que se usará en las elecciones. Por eso el entorno de Macri sale a advertir que podría haber contratación directa y siembra sospechas sobre el proceso.
El gobierno porteño tiene menos de tres meses para licitar, adjudicar y auditar el sistema que se usará en las elecciones. Por eso el entorno de Macri sale a advertir que podría haber contratación directa y siembra sospechas sobre el proceso
Un especialista consultado por un medio aseguró que el proceso está hecho a medida de Magic Software Argentina, la misma empresa que proveyó las máquinas para las elecciones de 2015. “Una licitación como esa lleva al menos dos meses de preparación. En 2015 exigieron que las empresas que se presentaron tuvieran al menos 10 mil máquinas en el país. La única empresa que puede cumplir con eso es MSA”, explicó.
El especialista calculó que solo por las boletas, sin contar el gasto en el alquiler de máquinas, del escrutinio y en el software que se utilizará en la elección, la Ciudad gastará más de un millón de dólares.