Tras el cimbronazo que generó el anuncio de Horacio Rodríguez Larreta sobre la boleta única en la Ciudad, Patricia Bullrich armó una reunión de la cúpula del PRO por Zoom que sirvió como escenario para que Mauricio Macri descargue su enojo contra el jefe de gobierno.
“¿Por qué no está Horacio acá?”, se quejó Macri al inicio del encuentro. Eduardo Macchiavelli, el armador político de Larreta, le respondió que nadie invitó al jefe de Gobierno a la reunión convocada anoche a última hora por Bullrich.
“¿Cómo que no invitaron al protagonista? Llamalo”, pidió el expresidente. Macchiavelli lo llamó y Larreta se excuso en que a estaba saliendo al aire en una radio, después de haber encabezado un acto en un cuartel de bomberos.
La reunión fue más que tensa. Macri no ocultó su enojo y tuvo frases duras contra Larreta, aunque en su entorno no lo vieron rupturista. El expresidente se quejó del uso de la “lapicera” de Larreta sin haber consultado a la mesa del PRO. “Nos afectó a todos”, dijo sobre la decisión.
Macchiavelli le explicó que la decisión estuvo basada en el artículo 111 de la ley electoral aprobada en la Ciudad en 2018 y que los obliga a la boleta única. Macri y Patricia replicaron que debían haberlo hecho hace un año.
El dirigente larretista respondió que ahora desde el radicalismo (que tiene a Daniel Angelici como su principal operador judicial) les habían advertido que irían a la Justicia para que los obliguen a separar las elecciones. Tras algunas consultas en los tribunales, en Uspallata entendieron que era muy probable que les fallaran en contra.
Macchiavelli también afirmó que según los números que manejan en el larretismo la aplicación de la boleta única electrónica no significa que Martín Lousteau quede como favorito para ganar las elecciones y sostuvo que el PRO unido sigue siendo la primera opción. Y reiteró que van a jugar fuerte por el candidato único del PRO, algo que Larreta también le dijo a Jorge Macri.
Pero el problema para Macri es que el larretismo sigue sin bajar a Fernán Quirós, algo que fastidia particularmente al expresidente. En el zoom, Macchiavelli dijo que hoy Jorge es el que mejor mide, pero que el ministro de Salud está muy cerca y que la pelea está pareja.
Macri lo cruzó feo y le dijo que eso no es así. El expresidente tiene un encono fuerte con Quirós y se enoja cuando le dicen que es mejor candidato que su primo. Macchiavelli intentó explicarle los números, pero Macri volvió a cruzarlo y lo acusó de ser “un soldado larretista” que defiende “lo indefendible”.
En el larretismo siguen jugando al filo sobre la candidatura de Jorge. Casi al mismo tiempo que Mauricio despotricaba en la reunión del PRO, Larreta salía por radio a sembrar ciertas dudas sobre si el exintendente de Vicente López cumple con los requisitos legales.
“Yo hablé con él, nos mostró toda la evidencia y dice que puede ser candidato. Si alguien lo cuestiona, la última palabra la tiene justicia”, dijo el jefe de gobierno sobre la impugnación a Jorge Macri con la que amenazan sus socios del radicalismo y la Coalición Cívica.
De todos modos, en el larretismo sostienen que tienen que tener la habilidad y la templanza para unificar a todo el espacio de una candidatura, pero neutralizando a Mauricio Macri. Repiten, además, que el expresidente dejó sin margen a Larreta con la advertencia pública que le hizo sobre la boleta única.