Cristina Kirchner pidió recusar al juez Julián Ercolini en una causa que investiga una supuesta persecución de la AFIP en su contra y en contra de sus dos hijos, Máximo y Florencia, durante la gestión de Mauricio Macri. Según la vicepresidenta, los ex responsables del ente recaudador diagramaron “múltiples acciones ilegales para perseguir y hostigar a la familia Kirchner”.
“He instruido a mi abogado para que recuse al juez Ercolini en la causa en que investiga las maniobras ilegales llevadas a cabo por Alberto Abad y Leandro Cuccioli desde la AFIP para perseguirnos a mí y a mis dos hijos”, dijo la vicepresidenta en Twitter.
La causa fue iniciada en febrero de 2020 por la vicepresidenta, y recibió un nuevo impulso en diciembre de ese año, de la mano de Mercedes Marcó del Pont, entonces titular de la AFIP, quien denunció los presuntos delitos de abuso de autoridad, incumplimiento de los deberes de funcionario público y asociación ilícita, luego de dos auditorías internas en las que el kirchnerismo dijo haber hallado “irregularidades, errores groseros, funcionarios puestos a dedo y grupos de control, entre otras cuestiones”.
“En el marco de estas actuaciones se investigan una serie de operaciones delictivas ejecutadas desde las más altas esferas de la Administración Federal de Ingresos Públicos entre diciembre de 2015 y diciembre de 2019 en contra de la familia Kirchner. Tales maniobras se desarrollaron en connivencia con otros órganos del Poder Ejecutivo Nacional y miembros del Poder Judicial de la Nación y del Ministerio Público Fiscal de la Nación”, asegura la vicepresidenta en el texto de recusación que difundió a través de las redes sociales.
Cristina afirmó que “la recusación a Ercolini se fundamenta en su ya célebre viaje a Lago Escondido junto con otros jueces, funcionarios de Rodríguez Larreta, agentes de inteligencia y directivos del grupo Clarín Telecom”.
En el escrito, que lleva la firma de sus abogados: Carlos Alberto Beraldi y Ary Rubén Llernovoy, se apela a la investigación que actualmente la fiscal federal de Bariloche, María Cándida Etchepare, sobre el viaje que en octubre realizaron a la estancia Lago Escondido, del británico Joe Lewis, los jueces federales Ercolini, Carlos Mahiques, Pablo Yadarola y Pablo Cayssials; además del ministro de Justicia y Segurida de la Ciudad, Marcelo D’Alessandro; el jefe de los fiscales porteños, Juan Bautista Mahiques; junto a un exfuncionario de la SIDE y directivos del Grupo Clarín.
“Más allá del resultado que depare la investigación judicial en trámite (…) lo cierto es que la conducta del Dr. Julián Ercolini impone que sea apartado de las presentes actuaciones. Así lo postulan y reclaman los más elementales principios que gobiernan la materia”, reclaman los abogados de la vicepresidenta, para enumerar la independencia, imparcialidad e integridad que deben observar los jueces.
“Sentado cuanto precede, como ya se expuso, es claro que la actuación del Dr. Ercolini no se ajusta a los estándares que gobiernan la garantía del juez natural, tal como se la interpreta en la jurisprudencia citada y, de manera particular, los establecen los Principios de Bangalore sobre la Conducta Judicial”, completan los letrados.
“¿Quién puede sostener seriamente que un juez que tiene una relación de tanta proximidad con altas autoridades del Grupo Clarín y con el Ministro de Justicia y Seguridad del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires puede administrar justicia ecuánimemente y sin sospecha alguna de parcialidad en un proceso de estas características, en el cual se investigan maniobras delictivas perpetradas desde el anterior Poder Ejecutivo Nacional en contra de nuestra representada?”, se preguntan los abogados en el texto.
Y siguen: “¿Qué hace un Juez federal viajando en un avión privado junto al padre y el hermano del Fiscal que intervino en la instrucción de los procesos seguidos en contra de nuestra representada, los cuales fueron utilizados desde sectores mediáticos para su permanente hostigamiento? ¿Hasta cuándo los argentinos vamos a seguir siendo testigos de semejantes actos que repugnan el sentido más elemental de lo que debe ser el comportamiento de Jueces que integran un Estado de Derecho?”.