Este fin de semana largo, a través de sus voceros económicos, el ministro de Economía, Sergio Massa, comunicó a algunos periodistas que la reciente suba del dólar no sorprendió y hasta era esperada por el equipo económico. 

Esta versión no es compartida por varios analistas del mercado financiero. Varios de ellos consultados por iProfesional que tienen contacto con el equipo económico, comentan que hasta el 10 de noviembre había tranquilidad.

¿Qué fue lo qué pasó para que cambiara la tendencia del mercado, para que subieran tan fuerte el dólar paralelo los dólares financieros alternativos y el dólar turista la semana pasada y se generen mayores expectativas de subas de aquí a fin de año? La única noticia positiva fue la suba de los títulos en dólares.

El dato que volvió a impactar en el mercado desde el 10 de noviembre pasado fue que al Tesoro se le hace cada vez más difícil en las licitaciones de deuda en pesos renovar esos vencimientos y debe refinanciar la misma a tasas más altas y ofrecer al mercado el bono dual que ajusta por la suba de la inflación o del tipo de cambio oficial, con lo el BCRA queda más expuesto frente a una futura devaluación que generaría una suba de precios y por lo tanto mayor inflación a la actual.

El otro número que pegó negativamente en el mercado financiero fue el dato de inflación de octubre del 6,3% del martes pasado que muestra que desde hace 9 meses la inflación se ha estabilizado en un valor promedio del 6% mensual y se encamina a los tres dígitos.

Por otra parte, resulta extraño que los voceros del equipo económico les comuniquen a algunos periodistas que “en el ministerio de Economía se entusiasman con una mayor desaceleración de la inflación en los próximos meses” cuando para noviembre la mayoría de las proyecciones de las  consultoras económicas y bancos tienen un piso del 6,5% mensual para ese mes y en diciembre podría subir más por el impacto del pago del aguinaldo. 

La primera crisis en el equipo económico por una inflación que no afloja y un dólar inmanejable

El argumento que dan desde el equipo económico es que la inflación núcleo mensual fue del 5,5% menor al 6,3% del IPC y que la mayorista fue del 4,8% lo que implica una menor presión en los costos para las empresas y que en noviembre algunos rubros están mostrando desaceleraciones. Con respecto a la inflación desde el ambiente empresario hay mucha preocupación porque todavía la secretaría de Comercio no pudo cerrar el programa de Precios Justos que podría comenzar a funcionar desde diciembre próximo.

Pero lo que más asustó a algunos operadores del mercado finaciero fue la especie de intento de suicidio económico del viceministro de Economía Gabriel Rubinstein lo que llevó Massa a llamarlo desde Bali para manifestarle lo siguiente: “Gabriel sos un pelotudo y la próxima te vas”. 

Rubinstein en una conferencia del IAEF el miércoles pasado mostró una liviandad pocas veces vista en un funcionario de este gobierno y lanzó frases como: “Va a costar uno y la mitad del otro en 2023 y será muy difícil cumplir con el presupuesto por la presión que ejercerá la política sobre los gastos en una instancia electoral”.

“No es posible salir del cepo cambiario ahora, si hacés una devaluación y sale mal, es un Rodrigazo”, agregó el funcionario.

Por lo que se pudo saber, esta última fue la frase que más enojó a Massa que llamó desde el exterior a Rubistein. 

Luego de conocido este hecho, el jueves por la tarde comenzaron los rumores en el mercado financiero y en el ambiente empresario sobre una probable renuncia de Rubinstein que finalmente no se concretó.

Rubinstein: “No es posible salir del cepo cambiario ahora, si hacés una devaluación y sale mal, es un Rodrigazo”

En este punto es crucial entender que el mercado ve a Rubinstein como una pieza fundamental del engranaje de Sergio Massa. “Es como el corazón y los pulmones de Massa ya que gracias a su llegada al ministerio de Economía le dio fuerza a algunas de las medidas tomadas como por ejemplo el dólar soja a 200 pesos” comentó un banquero que lo escuchaba en el IAEF.

También lo ven a Rubinstein como el macro economista que tiene Massa para que cierren los números con el FMI. Por otra parte un reconocido analista financiero manifestó a iProfesional que lo que cayó mal en el equipo económico fue que Rubistein mencionara la palabra devaluación y el “Rodrigazo”.  

Este último evento es mencionado por el economista, diputado y candidato presidencial por La Libertad Avanza Javier Milei en sus charlas donde señala que “este desastre macroeconómico y social va terminar en un Rodrigazo como el del 75 o en una hiperinflación como la del 89”.

Los operadores financieros del mercado local y de Wall Street sostienen que la mayor preocupación está centrada en la millonaria acumulación de los vencimientos en pesos de la Tesorería y del BCRA entre enero y septiembre del 2023. Desde el equipo económico también lo ven como una preocupación pero creen que ya está cerrado por lo menos el año con la colocación de un título con vencimiento al 2027 que los bancos pueden contabilizar como encaje.

Un reciente trabajo de la consultora Quantum Finanzas, que dirige el economista Daniel Marx, detalla que el canje del viernes pasado redujo los vencimientos del último bimestre pero el problema son los primeros cuatro meses del 2023 donde vencen entre 800.000 y 1,7 billones por mes y el pico será julio donde vencen 2.5 billones de pesos que la Tesorería deberá refinanciar.

A esto habrá que sumarle los vencimientos y pagos de intereses del stock de Leliq que en la actualidad llega a los 9 billones de pesos que forman parte de los pasivos remunerados del BCRA que duplican a la Base Monetaria.

¿Qué fue lo qué pasó para que cambiara la tendencia del mercado y aumentaran los dólares?

Estos números sirven como introducción para plantear el último gran interrogante lo que se podría transformar en la mayor bomba de tiempo histórico de una transición política que es la renovación del stock de Leliq del BCRA.

En la actualidad ese stock llega a unos 13 billones de pesos mientras que al final de la presidencia de Mauricio Macri con Guido Sandleris en el BCRA, ese stock era de 5 billones de pesos, es decir, que más que se duplicó en lo que va de la gestión de Alberto Fernández. El problema es que de ese stock, casi 7 billones vencen antes de fin de este año.

Al respecto la semana pasada la calificadora de riesgo Moodys dio a conocer un informe que shockeó al mercado financiero. El mismo describe que el riesgo más inmediato es el refinanciamiento de la deuda en pesos y no la nominada en dólares.

El informe destaca que “el gran volumen de deuda del BCRA intensificará cualquier crisis cambiaria, a medida que los acreedores de la deuda en pesos optan por cambiar la composición monetaria de sus carteras y hacen subir el tipo de cambio”.

El informe agrega además que el riesgo que vemos tiene que ver con el impacto macroeconómico.

La explicación es muy sencilla ya que el BCRA al comprar deuda en pesos para que no caiga su valor en el mercado emite más pesos y luego necesita sacarlos del mercado colocando más Leliq a los bancos.

El riesgo más inmediato es el refinanciamiento de la deuda en pesos y no la nominada en dólares.

Este mecanismo “mega explosivo” es una novedad para el mercado financiero local. Esto genera que la Base Monetaria que el 2020 representaba el 5% del PBI llegue hoy a superar el 10% del producto. Por otro lado, el stock de Leliq del BCRA es el doble de esa Base Monetaria, algo nunca visto en el mercado financiero local. Para que se entienda, la Base Monetaria son todos billetes y monedas en poder del público más las reservas de los bancos depositadas en el BCRA.

De acuerdo a un informe de la consultora Romano Group, ese stock podría llegar a unos 25 billones de pesos antes de las elecciones presidenciales del 2023. Ese stock equivalente en dólares está calculado en unos 70.000 millones de dólares.

La principal preocupación de un gobierno en el último año de su mandato es que no suba mucho el dólar para que no aumente la inflación y no quedarse sin reservas internacionales de libre disponibilidad. 

Los últimos casos, tanto el final de Cristina Fernández de Kirchner de diciembre de 2015 como el de Mauricio Macri de finales de 2019, esos eventos estuvieron presentes de distintas maneras y todo indica que si no se solucionan los desequilibrios macroeconómicos el final del 2023 puede ser tal vez peor que estos casos anteriores. 

La mayor preocupación recae en contener el precio del dólar en el mercado oficial de cambios para que no suba la inflación. El precio del dólar en la semana que pasó no le dio buenas noticias al gobierno.

El dólar CCL y el paralelo subieron un 7,7% y un 4,4% respectivamente mientras el Dólar MEP subió un 3 por ciento. La alarma es que son valores que no se veían desde finales de julio cuando llegaba Sergio Massa al Ministerio de Economía. 

Por Prensa Pura Digital

DIARIO DE VILLA LA ANGOSTURA Y REGIÓN DE LOS LAGOS. NEUQUÉN.

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