Después de ser condenada a 6 años de prisión e inhabilitación a ejercer cargos públicos, Cristina Kirchner bajó una línea que puede ser determinante para identificar a sus verdaderos aliados en el Frente de Todos: acusar al CEO de Clarín, Héctor Magnetto, de presionar a los jueces que dictaron la sentencia y a los que deberán revisarla. El primer apuntado de incumplir la consigna es Alberto Fernández, quien lo omitió en su cadena nacional.
Cristina aludió al CEO de Clarín en su descargo del fallo, cuando anunció que no será candidata en 2023. “Es una muy buena noticia para usted, Magnetto. El 10 de diciembre de 2023 no voy a tener fueros, no voy a ser vicepresidenta. Así que le va a poder dar la orden a sus esbirros de la Casación y de la Corte Suprema para que me metan presa”, cerró la vice, desde su despacho.
Esa misma noche tuvo una reunión en Ensenada con su círculo político más cercano e intendentes bonaerenses, en la que pidió “laburar” para generar una alternativa y radicalizar el discurso. La divisoria entre buenos y malos, entendieron los comensales, tendrá entre los últimos a la justicia y a Magnetto.
La consigna fue escuchada por el gobernador Axel Kicillof y su ministro Andrés “Cuervo” Larroque, por el senador Oscar Parrilli e intendentes como el anfitrión Mario Secco (Ensenada), Jorge Ferraresi (Avellaneda), Mayra Mendoza (Quilmes), Fabián Cagliardi (Berisso) y Pablo Zurro (Pehuajó).
Zurro fue el primero en cumplir, con un cartel en la ruta 5, a trece kilómetros de su localidad, que mixtura obras públicas realizadas durante el kirchnerismo y la acusación de “mafia” a Magnetto y a “los jueces que la condenaron”.
Parrilli y la jefa de Unidad Ciudadana en el Senado, Juliana Di Tullio, fueron los encargados de mencionarlo en la conferencia de legisladores para defender a la vice.
Alberto Fernández no nombró a Héctor Magnetto cuando anunció que denunciará a los jueces que viajaron a Lago Escondido. En el kirchnerismo no pasó inadvertido.
Fuentes del kirchnerismo en el Congreso aseguran que mirarán con lupa cada declaración que mencione a Magnetto y mucho más a quienes lo oculten.
El primer acusado de omisión es Alberto, quien no mencionó a Magnetto en la cadena nacional que dispuso para anunciar que el ministro de Justicia Martín Soria denunciaría a los jueces que participaron del viaje a Lago Escondido con directivos de Clarín.
Aun cuando en el comunicado, se aclaró que ninguno de los directivos del multimedios fue identificado como parte del vuelo que trasladó a los jueces en la Patagonia. Luego se filtraron fotos con sus estadías, pero Alberto no revisó su decisión y para el kirchnerismo duro fue lo más parecido a un nuevo acto de traición.
Entre los gobernadores, el único que apunta a Magnetto siempre que puede es el chaqueño Jorge “Coki” Capitanich, uno de los animadores de la reunión de mandatarios de este lunes y habitual confidente de Cristina. Su enfrentamiento con Clarín cuando fue jefe de Gabinete nunca cesó.
Si alguno de sus colegas quiere transitar la arena de la política nacional debería imitarlo o ser identificado por la vice como un enemigo más. De todos modos, la mayoría de los mandatarios ofrecen a sus senadores para cada acto de defensa pública a Cristina. Nunca aparece el entrerriano Edgardo Kueider, cercano a Gustavo Bordet.
Sin José Mayans, ausente por enfermedad, el bloque de los gobernadores quedó a cargo de la catamarqueña Lucía Corpacci, activa en cada conferencia de prensa, por expresa indicación de la vice. Ninguno de sus dirigidos cuestionó su línea discursiva. Al menos por ahora.