Juan Schiaretti, confirmó su ingreso a Juntos por el Cambio luego de sellar un acuerdo con Horacio Rodríguez Larreta y pidió un nuevo gobierno de unidad “para dejar atrás esta maldita grieta”, la línea que sigue el alcalde porteño y en otra prueba de amplitud en la construcción política de su espacio a diferencia de Patricia Bullrich, su competidora en las PASO, que busca fidelizar el votos duro de Juntos.
En ese sentido, Schiaretti reclamó un nuevo gobierno de unidad nacional: “como pre candidato a presidente, que expresa la cultura de la producción, del trabajo, del interior profundo y la superación de la maldita grieta, lo que la Argentina necesita para dejar tantos años de decadencia y de frustración y emprender un camino de progreso sostenido, es tener un programa de gobierno común, hacer una nueva alianza de parte de quienes coincidimos y luego un gobierno de unidad nacional”, explicó.
De esta manera, Schiaretti terminó de confirmar su alianza con Rodríguez Larreta a pocas horas del cierre de listas en Córdoba que generó un tembladeral en el radicalismo de esa provincia.
Pero la decisión de Schiaretti, que fue acompañada por Florencio Randazzo, también generó impacto en el peronismo de centro donde la otra pata del armado, el salteño Juan Manuel Urtubey, tuvo que salir a despegarse de sus ex socios.
Es que el ex gobernador se enteró en medio de una gira por Rosario: “quiero aclarar una vez más que no formaré parte de Juntos por el Cambio”, dijo luego de haberse paseado por los medios rosarinos explicando que su espacio buscaba instalar el debate de la Argentina productiva de los próximos años y avizoraba en el peronismo una nueva era post kirchnerista.