En una solución salomónica, los jugadores de la Selección tuvieron que suspender su marcha hacia el Obelisco y tras más de tres horas en el micro bajo un sol abrasador, los campeones del mundo decidieron cancelar el recorrido y subir a helicópteros para sobrevolar los lugares donde se concentraban los hinchas.
La decisión se tomó por consejo del ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, luego que al cruzar un puente sobre la Richerri a la altura de La Matanza, un hincha se tiró sobre el micro y cayó a centímetros de Messi. En ese momento quedó claro que la seguridad de los jugadores ya no se podía garantizar, ante una marea humana de más de cuatro millones de personas, que desbordó la autopista y la 9 de Julio, impidiendo que avance el micro.
El presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia se mostró molesto con el gobierno nacional y con la Ciudad por la imposibilidad de continuar el recorrido hacia el centro porteño.
“No nos dejan llegar a saludar a toda la gente que estaba en el Obelisco, los mismos organismos de Seguridad que nos escoltaban, no nos permiten avanzar”, escribió en las redes el titular de la AFA. “Mil disculpas en nombre de todos los jugadores. Una pena”, agregó con un emoticón que mostraba un rostro enojado.
No nos dejan llegar a saludar a toda la gente que estaba en el Obelisco, los mismos organismos de Seguridad que nos escoltaban, no nos permiten avanzar.
Así, tras cruzar la General Paz, el micro se dirigió a Parque Roca, en el barrio de Lugano de la Capital, donde se subieron a helicópteros enviados por el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández. Fue el final de una larga y bastante destructiva interna entre Tapia y Alberto Fernández, que hasta último momento pujó porque los campeones fueran a la Casa Rosada. Interna que se mezcló con la que libró el Presidente con La Cámpora que impulsó la idea del Obelisco, para evitar que Alberto se llevara una foto muy buscada por los políticos.
Hinchas ubicados frente a las pantallas que el gobierno ubicó frente a la Casa Rosada, sugiriendo que podía ir la Selección.
La mala relación del Presidente con el titular de la AFA se remonta a los frustrados intentos de Alberto por desplazar a Tapia de la conducción de asociación. El Presidente siempre jugó en favor de Marcelo Tinelli en la pulseada por la AFA. Cuando era candidato y aún después de su derrota.
Como sea, tras llegar a Parque Roca los jugadores subieron a cinco helicópteros y sobrevolaron el Obelisco y la intersección de la autopista 25 de Mayo y 9 de Julio, donde se había previsto que saluden a la gente, cuando quedó claro que no había manera de llegar al Obelisco.
El malestar de Tapia con el gobierno de Rodríguez Larreta apuntó a que la Policía de la Ciudad no armó un cordón de seguridad desde la bajada de la autopista hasta el Obelisco.
Desde el Gobierno, la primera explicación la dio la vocera presidencial, Gabriela Cerruti. “Los Campeones del Mundo están sobrevolando todo el recorrido en helicópteros porque se hizo imposible seguir por tierra ante la explosión de alegría popular”, escribió respondiendo las críticas de Tapia.
Más tarde, Tapia dejaría en claro su malestar al apuntar -sin mencionarlos a Aníbal Fernández y Rodríguez Larreta. “Agradecemos a la provincia de Buenos Aires encabezada por su ministro de Seguridad, Sergio Berni, que fue el único que acompañó durante toda la recorrida hasta la entrada a la capital sin registrar ningún incidente”, escribió el presidente de la AFA en las redes.
En el entorno de Tapia confirmaron que la bronca escaló por las idas y vueltas sobre el operativo entre las tres jurisdicciones: Nación, Provincia y Ciudad. “No se ponían de acuerdo, fue un caos”, sintetizó la fuente consultada. En el interior del gobierno nacional hubo críticas hacia el ministro del Interior, Wado de Perdo, por no haber ejercido su rol de ministro político para coordinar las tres jurisdicciones.
El enojo con el gobierno de Rodríguez Larreta apuntó sobre todo a que la Policía de la Ciudad no armó un cordón de seguridad desde la bajada de la autopista hasta el Obelisco.
En la Ciudad prevaleció el hermetismo hasta el incidente con la persona que se arrojó desde un puente, en ese momento desde la administración de Larreta se limitaron a afirmar que el incidente ocurrió del lado de la autopista que pertenece a la provincia de Buenos Aires.
Desde temprano, los hinchas fueron llegando al Obelisco para esperar el micro con los jugadores, pero con el correr de las horas, desde el gobierno no pudieron confirmar el recorrido exacto que harían los campeones.
En medio, hubo fuertes presiones por parte del albertismo para que los jugadores lleguen a la Casa Rosada y festejen en el balcón con una multitud en Plaza de Mayo.
La insistencia del Gobierno por lograr que los jugadores se acerquen a la Casa Rosada llegó al punto que cuando ya se sabía que la AFA había decidido festejar en el Obelisco, igual se dispusieron pantallas como si estuviera preparándose el acto.
Desde el gobierno argumentaban la necesidad de una “foto de la democracia” recordando la foto en los balcones en 1986 cuando la selección ganó la Copa del Mundo en México. Esas dos fotos debían contrarrestar con la foto de 1978, cuando los jugadores recibieron la copa de manos del dictador Jorge Rafael Videla. Incluso, en la TV Pública se habló de jugadores “desclasados” por su negativa a ir a la Casa Rosada.
Circuló el rumor que las inconsistencias en el operativo de seguridad tenían como objetivo final que los jugadores terminen siendo trasladados en helicópteros hacia la Casa Rosada para festejar en un lugar seguro.
La insistencia del Gobierno por lograr que los jugadores se acerquen a la Casa Rosada llegó al punto que cuando ya se sabía que la AFA había decidido festejar en el Obelisco, igual se dispusieron pantallas como si estuviera preparándose el acto y Cerruti anunció que se cerraba la sala de periodistas y se vaciaba la sede del Gobierno, para ofrecer a los jugadores la intimidad que habían pedido, cuando todavía no había descartado festejar en la Plaza de Mayo. Esto sumó más confusión y una parte de la gente se acercó al lugar.