Paritarias y despidos, en pleno contexto de inflación acelerada y macroeconomía a los tumbos, siguen multiplicando las disputas en el ámbito gremial. En este tramo de diciembre volvió a encenderse el conflicto en el segmento de los neumáticos a raíz de despidos en Bridgestone, una de las compañías que estuvo paralizada por meses por sendos reclamos salariales, y se activaron asambleas en Tenaris y Acindar tras el pedido de suba del 110 por ciento elevado por la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) a los empresarios del rubro. A la par, un choque que sostienen el Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (SUPA) y los concesionarios del puerto de Rosario alienta el temor a nuevas batallas en el sector exportador.
Tras seis meses de pelea con las empresas del sector, y que culminaron con un acuerdo salarial rubricado en septiembre, el Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino (SUTNA) volvió a aparecer en escena y, según pudo saber iProfesional, activó un paro por 48 horas en Bridgestone en reclamo por una serie de despidos efectuados en los últimos días.
“… ratificamos las medidas de fuerza anunciadas oportunamente (paro de 48 horas y movilizaciones), así como señalamos que de continuar la patronal de Bridgestone con esta posición y con sus provocaciones las medidas se incrementaran, poniendo de manifiesto que dispondremos todos los medios a nuestro alcance para que la empresa deponga su postura inadmisible y beligerante”, notificó el gremio en la audiencia llevada a cabo el lunes en el Ministerio de Trabajo.
Según el SUTNA, la firma concretó 5 despidos de la semana pasada a esta parte. Y en torno a la organización dan por descontado que habrá más recortes de puestos de trabajo.
El sindicato anticipó que, de no haber cambios en la posición de la empresa, las medidas de fuerza podrían volver a ampliarse a todas las plantas de producción del ámbito de los neumáticos. Por lo pronto, ambas partes volverán a verse las caras en la audiencia establecida para el miércoles 21.
La UOM y el conflicto en el acero
En otro frente, la UOM intensificó la presión ante los empresarios de la siderurgia y volvió a reclamar un incremento del 110 por ciento para los trabajadores del sector. El gremio que encabeza Abel Furlán viene de abrochar una suba potente con la rama metalmecánica y ahora exige un porcentaje similar ante los privados de la industria del acero.
El sector del neumático atraviesa un nuevo paro por despidos ocurridos en los últimos días.
Ante el rechazo expuesto por Techint y Acindar, el sindicato comenzó con asambleas internas y el Ministerio de Trabajo decidió intervenir para apaciguar de alguna forma el conflicto.
Lo logró a medias: en las últimas horas, la seccional Villa Constitución de la UOM paralizó el funcionamiento de la planta de Acindar en esa ciudad vía una asamblea interna. Sin embargo, las partes enfrentadas acordaron un cuarto intermedio para el jueves 15.
Por lo pronto, los delegados sindicales en ambas compañías pusieron en marcha un cronograma de reuniones con el fin de definir un plan de lucha de gran alcance si las empresas no acceden al pedido de suba comunicado por el gremio.
Se tensa la situación en el puerto del agronegocio
Esta primera mitad de diciembre se ve marcada, también, por un conflicto que complica la operatoria del principal complejo de puertos agroexportadores. Durante la jornada del lunes, los muelles de Rosario quedaron en situación de parálisis por el conflicto que mantienen el SUPA y TPR, la concesionaria de esa terminal.
Según voces ligadas al sindicato, la disputa comenzó a raíz de la decisión de TPR de avanzar con despidos masivos, descontar del salario correspondiente a los días de la huelga realizada recientemente en el marco de una discusión salarial, y elevar de 6 a 8 horas la jornada laboral.
Los trabajadores reaccionaron a la medida de la concesionaria con un paro, la ocupación de la terminal y la organización de concentraciones y cortes de calle en los accesos al puerto. En torno al SUPA aseguran que suman 600 los empleos en peligro.
El enfrentamiento entre la concesionaria y el SUPA complica al puerto de Rosario.
En la vereda de enfrente, el temor que predomina entre los empresarios es que, de no resolverse rápidamente, el conflicto escale a nivel nacional y complique el funcionamiento de otras terminales donde el sindicato predomina entre los trabajadores.