Sin la presencia de ningún ministro de su Gabinete, ni de los Gobernadores que acababan de disertar en el panel anterior, el Presidente de la Nación Alberto Fernández cerró el coloquio de IDEA.

El único que estaba cerca era el embajador en Brasil, Daniel Scioli, amante de la ciudad de Mar del Plata.

Alberto Fernández comenzó su discurso hablándole a los empresarios y terminó buscando un aplauso que nunca llegó, intentando diferenciarse de su vice Cristina Kirchner, de Julio de Vido y hasta compitiéndole por los logros con el Fondo Monetario al propio Sergio Massa.

Mientras los empresarios escuchaban con atención, el Presidente volvió a hablar de los discursos altisonantes y cargados de odio, y enfatizó sobre la palabra “ceder” (haciendo alusión al título del coloquio: “ceder para crecer”): dijo que ceder habla de la necesidad de respetar la opinión del otro y agregó, levantando su tono de voz: “Yo no los desafío: ¿en este Gobierno alguien les pidió plata para obra pública? ¿En este Gobierno alguien les mandó la AFIP? En este Gobierno no hay más espías ni operadores judiciales, ¿por qué no tienen en cuenta todo esto?”

Mientras el presidente llevaba 25 minutos hablando, los empresarios miraban serios y en silencio, al tiempo que algunos se agarraban la cabeza, se reían y comentaban los dichos del primer mandatario.

Resignación: los empresarios pidieron reglas claras para poder invertir

Si bien los mensajes públicos intentaron dejar la idea de apostar a la Argentina a pesar de todo, en privado los empresarios expresaron preocupación e incertidumbre por lo que viene.

Alberto Fernández volvió a hacer usos de las filminas.

Ni oficialismo ni oposición, no importa quien venga. El punto es que hoy hay que pensar en, al menos, dos años de condiciones económicas similares a las actuales. Así piensan la mayoría de los empresarios que asistieron en la ciudad de Mar del Plata al 58 coloquio de IDEA.

Coinciden en que de 3 meses a esta parte se frenó la caída libre en la que venía el Gobierno. De esta forma, aluden positivamente a la llegada de Sergio Massa al ministerio de Economía. De todos modos, les preocupa el futuro de sus negocios. Entre las pausas en la exposición de los paneles, se los escuchaba decir: “por suerte no tuvimos que parar la planta, porque si la paramos no sabemos si podemos volver a arrancar”.

Los empresarios se mostraron preocupados, además, por considerar que no hay planes a largo plazo para mejorar la situación por sectores.

“No hay verticalidad. Probablemente, si este año cierra con un 100% de inflación, el próximo no será muy distinto. Y para una mejora real hay que tomar medidas que se encuadren dentro de un plan de estabilización: reducción del déficit fiscal, ajustar tarifas y ajustar algo en el sistema previsional. Con lo cual, para 2024 hay que pensar que el tema inflacionario no va a estar resuelto. A partir de ahí, y si todo está bien, podemos pensar en una mejora por el efecto rebote, pero si no hay algo más para el después, si no podemos salir de la discusión de la macro para pensar reformas a fondo, esa mejora se frena y la economía vuelve a caer”, le aseguró uno de los asistentes a esta periodista.

Respecto de los almuerzos con los políticos previstos para el último día del coloquio, a último momento tuvieron que reorganizarse las mesas para que ninguno de los disertantes quedara solo. En un primer momento, Patricia Bullrich fue quien acaparó a la mayor parte del empresariado. Por eso, desde la organización del coloquio se redistribuyeron las mesas para que la asistencia fuera más equilibrada con el resto de los invitados: Facundo ManesJorge Neme y Javier Milei.

La última tarde del coloquio fue para los gobernadores. Estuvieron Horacio Rodríguez Larreta, Jorge Capitanich, Gerardo Morales, Omar Perotti y Sergio Uñac. Parte de la oposición se retiró antes de la llegada del Presidente Alberto Fernández (aunque hay que tener en cuenta que, habitualmente, después del mediodía, en el último día del coloquio se retira antes del cierre entre un 30% y un 40% de los asistentes).

El discurso del Presidente buscó un aplauso que no llegó.

Alberto Fernández y el vaso medio lleno

El Presidente insistió sobre la necesidad de mirar la mitad del vaso lleno y con filminas, fiel a su gusto, mostró gráficos con empleo y números de inversión positivos. Dijo que en 2022 la Argentina terminará creciendo más de 4 puntos porcentuales y más de 2 durante el 2023.

Mirando a los empresarios, el Presidente les preguntó: “¿Por qué invierten ustedes? ¿Porque vieron la mitad del vaso vacío? ¡No! ¡Porque vieron la mitad del vaso lleno!”. Y continuó: “Nada es más fácil que sembrar desesperanza, algunos intencionalmente silencian estos datos. La inflación decrece y necesitamos que eso se consolide para garantizar una mejor distribución y mejor ingreso para los que trabajan”.

Esa última idea volvió a generar caras y miradas descolocadas en el auditorio, que a esa altura esperaba que el discurso terminara.

Por Prensa Pura Digital

DIARIO DE VILLA LA ANGOSTURA Y REGIÓN DE LOS LAGOS. NEUQUÉN.

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