El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, instó este viernes a sus aliados occidentales a ampliar las sanciones contra el sector petrolero ruso y a reforzar el apoyo militar a su país, en el marco del conflicto bélico que se prolonga por más de tres años. Durante una rueda de prensa celebrada en el Ministerio de Exteriores en Londres, Zelensky agradeció los recientes paquetes de sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea que han penalizado a empresas como Rosneft y Lukoil pero subrayó que “hay que ir más allá si se quiere socavar la financiación de la guerra”.
El mandatario ucraniano pidió sancionar a “todas las compañías petroleras rusas, las refinerías, terminales logísticas y la ‘flota fantasma’ que transporta el crudo y otros combustibles de Rusia”.
Además, indicó que, en paralelo a las sanciones occidentales, Ucrania está llevando a cabo “su propia campaña de presión con drones y misiles dirigidos especialmente al sector petrolero ruso”, según lo expresó durante la reunión con la prensa.
En la conferencia, Zelensky estuvo acompañado por el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Mark Rutte; el primer ministro británico Keir Starmer y los jefes de gobierno de Dinamarca, Mette Frederiksen, y de Países Bajos, Dick Schoof, así como otros mandatarios que participaron de manera telemática. El encuentro tuvo lugar en el marco de la reunión de la Coalición de Voluntarios, grupo coordinado por el Reino Unido y Francia desde marzo, que reúne a una treintena de países, principalmente europeos, aliados de Kiev.
Starmer señaló que la Coalición aprobó un plan en cinco puntos, cuyo primer objetivo es “eliminar todo el petróleo y gas rusos del mercado” y continuar buscando vías para desbloquear los activos rusos congelados, con el fin de destinarlos al apoyo a Ucrania. De acuerdo a la exposición del premier británico, el plan también contempla el refuerzo de las defensas aéreas ucranianas, la provisión de misiles de largo alcance y el desarrollo de un esquema de seguridad para Ucrania a implementarse tras el conflicto, lo que podría incluir el despliegue de tropas europeas en el futuro.
El líder británico subrayó durante la cita que el presidente ruso, Vladimir Putin, “es la única persona que no quiere detener esta guerra”, acusándole de ganar tiempo y de rechazar sistemáticamente “las oportunidades para acabar con el conflicto”. Starmer detalló una serie de ataques recientes atribuidos a Rusia, como el bombardeo a infraestructuras energéticas y ataques a civiles, incluyendo la muerte de una niña de doce años y un bebé de seis meses en Kiev.
Rutte calificó la reunión de “muy productiva” y condenó la “agresión delirante de Putin” en la que, según sus palabras, “cientos de miles de rusos están muriendo” y el avance en el campo de batalla es mínimo, con “avances marginales a un alto precio”. El secretario general de la OTAN afirmó: “Putin se está quedando sin dinero, tropas e ideas”, y respaldó la propuesta del presidente estadounidense Donald Trump de intentar establecer un cese de fuego allí donde se encuentran actualmente las tropas rusas y ucranianas.
En el ámbito internacional, la Casa Blanca confirmó esta semana la cancelación de un posible encuentro entre Trump y Putin en Budapest, tras considerar que no existían avances suficientes para un acercamiento de paz. Por su parte, Moscú mantiene su negativa a negociar un alto el fuego mientras no se resuelvan las “causas originales” del conflicto, en alusión a las aspiraciones de Kiev de ingresar en la OTAN y a la protección de los derechos de los rusohablantes, postura reiterada por funciones oficiales rusas.
El encuentro en la capital británica también buscó sentar bases para una futura “fuerza de garantías” centrada en apoyo aéreo y naval, así como en el entrenamiento de fuerzas ucranianas, en un contexto donde el conflicto sigue provocando pérdidas y desplazamientos en ambos bandos.
(Con información de AP, EFE y EP)