Joven de 28 años perdió la vida tras ser atropellada por una grúa. (Foto: Difusión)

La ciudad de Puno, conocida por su vibrante Festividad de la Virgen de la Candelaria, se tiñó de luto este domingo 2 de febrero. Guadalupe Constanza, una joven danzante de 28 años, perdió la vida tras ser atropellada por una grúa en los exteriores del estadio de la Universidad Nacional del Altiplano, donde se desarrollaba el concurso de danzas autóctonas.

Guadalupe, oriunda de Juli, en la provincia de Chucuito, formaba parte del conjunto Q’arapulis 14 de septiembre. Vestía con orgullo el traje típico de Kusillo: zapatillas de lona, medias blancas, una capa multicolor, pañolón, máscara, chicote y un charango. Estaba lista para compartir su pasión por la danza y rendir homenaje a la Virgen de la Candelaria.

Testigos del trágico suceso señalaron que el conductor de la grúa, presuntamente al servicio de la Municipalidad de Puno, se encontraba en aparente estado de ebriedad. Fue detenido por efectivos de la Policía Nacional del Perú (PNP) para las investigaciones correspondientes.

“Nos indicaron que podíamos estacionar aquí los carros los que veníamos de Juli. Entonces, nosotros en la mañana llegamos y nos estacionamos y esta grúa es por gusto que ha venido”, comentó uno de los presentes a medios locales.

A pesar del dolor y la conmoción, el conjunto Q’arapulis 14 de septiembre decidió honrar la memoria de Guadalupe participando en el concurso según lo previsto. Fueron la quinta agrupación en presentarse, demostrando una fortaleza admirable y un profundo respeto por su compañera caída.

Las autoridades locales expresaron sus condolencias a la familia de Guadalupe y se comprometieron a investigar a fondo lo sucedido. Asimismo, se anunció una revisión de los protocolos de seguridad para prevenir futuros accidentes y garantizar la integridad de todos los participantes y asistentes a la festividad.

La comunidad de Puno llora la pérdida de una joven que, con su danza, buscaba celebrar la vida y la tradición. Su memoria perdurará en cada paso de baile y en cada nota musical que resuene en honor a la Virgen de la Candelaria.

La Virgen de la Candelaria, una de las advocaciones marianas más antiguas, tiene sus raíces en Tenerife, España, pero ha trascendido fronteras para convertirse en una de las celebraciones más importantes del Perú. (Foto: Composición Infobae Perú)

Festividad de la Virgen de la Candelaria

La Festividad de la Virgen de la Candelaria, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, es una de las celebraciones más emblemáticas del Perú. Cada mes de febrero, miles de danzantes y músicos se congregan en Puno para rendir homenaje a la Virgen, fusionando tradiciones católicas con rituales andinos en una muestra de fe y cultura.

El evento central es la Gran Parada y Veneración, donde más de 40 mil artistas, organizados en comparsas, ejecutan danzas emblemáticas como la Diablada, la Morenada y los Caporales. Acompañados de vistosos trajes bordados y máscaras elaboradas, los bailarines avanzan al ritmo de bandas sinfónicas que llenan el altiplano de energía y color.

La Virgen de la Candelaria es una figura religiosa venerada en muchas regiones del Perú. (Foto: Andina)

Además del aspecto religioso, la festividad tiene un impacto significativo en la economía local. Hoteles, restaurantes y transportes reciben un alto flujo de turistas nacionales y extranjeros, generando un movimiento económico clave para la región.

Se espera que este año la festividad supere la cifra de visitantes de ediciones anteriores y reafirme su papel como uno de los eventos culturales más grandes de América Latina. La Festividad de la Virgen de la Candelaria no solo enaltece la identidad puneña, sino que también refleja la riqueza de las tradiciones peruanas, fusionando fe, arte y cultura en un espectáculo único en el mundo.

Sin embargo, esta no es la primera vez que la fiesta se ve empañada por tragedias. En febrero de 2024, dos jóvenes danzarines perdieron la vida al ser embestidos por una combi mientras esperaban sus trajes para participar en el evento. Estos incidentes generan preocupación entre los participantes y asistentes, quienes demandan mayores medidas de seguridad durante las celebraciones.