Las vivencias de unos meses de Erasmus o de intercambio en un país extranjero son únicas y, probablemente, irrepetibles. La mayoría de los estudiantes universitarios recomienda pasar un tiempo estudiando fuera de España, ya que esto puede ser una oportunidad de, aparte de conocer mundo, relacionarse con otras personas, hacer amistades y adquirir independencia.
De esta forma, jóvenes estudiantes como Carlos Alonso (@karma.672) aprovechan las redes sociales para relatar su experiencia y aconsejar o recomendar lugares. En este caso, Alonso, en su cuenta de TikTok, sube vídeos relacionados con su experiencia de intercambio en Suiza. Vlogs de viaje y contenidos sobre el transporte, la educación o curiosidades de Suiza son las temáticas más comunes de estos vídeos cortos.
El estudiante, aunque en la mayor parte de sus TikToks se muestra contento con su experiencia, en uno de sus vídeos exclama sorprendido que los adolescentes de Suiza o de, en general, “un país que no sea de Sudamérica o España” no se relacionan y no hablan entre ellos ni con los demás: “Son unos amargados”. Este relato se ha hecho viral en las redes sociales, ya que la experiencia de este joven, que lleva desde agosto de intercambio en Suiza, no se corresponde con la que se podría esperar en un país que destaca en los rankings de felicidad y calidad de vida.
Además, Carlos Alonso explica que este carácter frío y seco de los jóvenes suizos se traslada también al aula, donde, dice el estudiante, reina el silencio: “Las clases aquí duran 40 minutos. El profesor hace una pregunta y nadie dice nada”. Alonso, quizás acostumbrado a compartir más, también se extraña porque durante estos 40 minutos de clase “tampoco hablan entre ellos”: “No hablan, nada. La gente se calla. ¡Hablad, comunicaos! Es que no se comunican“.
Aún en la universidad, puede que los descansos entre clases sean un buen momento para intentar relacionarse y conocer a otras personas. En este caso, según el tiktoker, tampoco hay suerte. Carlos Alonso se queja de que, cuando acaba la clase, los estudiantes cogen el móvil: “En las pausas entre clase y clase se ponen todos a jugar al Brawl Stars, ¡comunicaos!”
Es cierto que, en ocasiones, es complicado adaptarse a nuevas costumbres y conocer a otras personas. Más aún en un intercambio o en un Erasmus, que implica convivir en un país extranjero y acostumbrarse. Sin embargo, Carlos Alonso se lamenta porque los que no se comunican son los propios jóvenes suizos, que ya se conocen entre ellos y están en su zona de confort. El estudiante reclama que tampoco es necesario estar toda la clase hablando, pero que no hace falta ser tan fríos: “Yo que sé, diversión en la vida. Un poco de felicidad, ¿no?“.
Para acabar de ejemplificar la forma de ser de los jóvenes en suiza, Alonso explica que, según le han contado, los fines de semana “quedan y se van al bosque” para beber alcohol, pero todos en un “círculo satánico”: “Como si fuese un botellón, pero amargado”.