
Desde una celda de la Unidad Penitenciaria Nº 6 de Rawson, Konstantin Rudnev escribió una carta en la que se define como víctima de una condena mediática. “Un periódico puede ser un látigo”, sentenció. El fundador de la secta Ashram Shambala, acusado en Argentina por trata de personas y reducción a la servidumbre, asegura que “no lo escucharon, me imprimieron” y que “la prisión no destruye el mal, lo engendra”. Su abogado defensor cuestiona la investigación y adelanta que pedirá la prisión domiciliaria por razones de salud. Leer más
