
Tailandia acusó este lunes a Camboya de violar el acuerdo de alto el fuego alcanzado el 27 de diciembre, al denunciar el sobrevuelo nocturno de más de 250 drones sobre territorio tailandés. La denuncia se produce apenas dos días después de la firma del pacto que puso fin a tres semanas de enfrentamientos en la frontera común.
En un comunicado difundido en la red social X, el Ejército tailandés aseguró haber detectado “más de 250 aparatos aéreos no tripulados procedentes de Camboya que invadieron territorio soberano tailandés”, lo que, según Bangkok, constituye una violación de las medidas acordadas para reducir las tensiones tras el reciente cese de hostilidades.
Las autoridades militares precisaron que los vuelos se registraron durante la noche del domingo. Para el mando castrense, el episodio representa “una provocación” que contraviene el alto el fuego y los mecanismos de desescalada pactados, diseñados para evitar nuevos incidentes en una zona históricamente volátil.
El portavoz del Ejército tailandés, Winthai Suvari, sostuvo que el comportamiento denunciado “refleja una actitud continuamente provocativa y hostil por parte de Camboya” y advirtió que este tipo de acciones “podría impactar en la seguridad del personal tailandés y de la población civil” asentada en áreas fronterizas.
Suvari añadió que las fuerzas armadas de Tailandia podrían “revisar su actuación” respecto a la liberación de 18 militares camboyanos capturados durante los combates, condicionando cualquier decisión al “comportamiento mostrado” por Nom Pen en el cumplimiento del acuerdo.
Pese a las acusaciones, el Ejército tailandés afirmó que el Gobierno mantiene una “postura pacífica” y que prioriza la reducción de las tensiones a través de los canales existentes. No obstante, advirtió que, si continúan las supuestas violaciones del alto el fuego y de la soberanía nacional, las fuerzas armadas “cumplirán con su labor para proteger los intereses y la seguridad del país”.
La respuesta camboyana no se hizo esperar. La portavoz del Ministerio de Defensa, Maly Socheata, rechazó “categóricamente” las acusaciones y reiteró el “compromiso firme y sincero” de Camboya con la aplicación del alto el fuego firmado el 27 de diciembre y con el acuerdo previo alcanzado en octubre en Kuala Lumpur para resolver el conflicto.
En un comunicado publicado en Facebook, Socheata afirmó que las autoridades camboyanas están centradas en “una rápida recuperación y el retorno a la normalidad, la paz, la estabilidad y la seguridad” de las comunidades que viven a ambos lados de la frontera.
La portavoz aseguró además que el Ministerio de Defensa y las administraciones provinciales, en especial las fronterizas, han emitido “instrucciones estrictas” para prohibir el lanzamiento de cualquier tipo de dron. “Confirmamos que no ha tenido lugar ningún lanzamiento de drones”, subrayó.
Las tensiones entre ambos países se intensificaron a lo largo de las últimas semanas con acusaciones cruzadas de provocaciones militares, reavivando una escalada iniciada en julio. Esa crisis derivó en un acuerdo alcanzado en octubre en Kuala Lumpur, que no logró frenar por completo los enfrentamientos y fue seguido por nuevos choques armados.
Los combates se prolongaron durante tres semanas y dejaron cerca de un centenar de muertos, según recuentos oficiales, hasta la firma del alto el fuego el 27 de diciembre. El incidente de los drones, de confirmarse, pondría a prueba la fragilidad del pacto y la capacidad de ambos gobiernos para sostener la desescalada en una frontera marcada por disputas recurrentes y una desconfianza persistente.