Se firmó la primera privatización de Javier Milei como presidente. El mandatario libertario quería deshacerse de empresas públicas con déficit fiscal.

El grupo estadounidense Arc Energy comprará el 85% de la ex Impsa. Se quedará con la participación del Estado nacional y la parte de la provincia de Mendoza. Pondrá dinero en efectivo y asumirá una deuda que la compañía tenía con organismos de créditos multilaterales.

Impsa fue una estrella de las compañías nacionales. Se expandía por el mundo y ganaba contratos. Sin embargo, problemas en algunos procesos licitatorios que no se concretaron comenzaron a generarle problemas financieros, que la arrastraron hacia una situación muy delicada.

Una comisión donde participa el ministerio de Economía resolvió preadjudicar las acciones en poder del Estado nacional y de Mendoza a un consorcio estadounidense.

La firma, que data de 1907, siempre brindó soluciones vinculadas a la construcción y ahora estaba focalizándose en energías renovables.

Arc Energy fue el grupo que acercó la propuesta que resultó preseleccionada. Ahora deberá capitalizar a la firma de origen mendocino.

“Con la privatización, Impsa volverá a tener accionistas privados. Agradezco el cambio de rumbo económico que lleva adelante Javier Milei y su equipo dan certezas que permiten estos avances”, escribió el gobernador Alfredo Cornejo en Twitter.

La caída

Impsa comenzó a desmoronarse en 2014, por una cesación de pagos que la afectó en Venezuela. Ganó un contrato, pero no se cumplió y eso afectó sus planes de negocios.Pese a que el empresario Enrique Pescarmona reclamó la participación de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner para resolver el entuerto, eso no fue suficiente.

Pescarmona se corrió y dejó al management -encabezado por Juan Carlos Fernández- al frente. La compañía buscó asistencia del Estado, y la consiguió, pero tuvo que ceder su mayoría accionaria. El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, asistió con sueldos para la empresa y un plan estratégico.

Pero esa salida no fue suficiente para equilibrar las cuentas.

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