
Para quienes enfrentan dificultades para dormir, cambiar algunos hábitos alimenticios podría ser una solución natural y efectiva. Según investigaciones recopiladas por el medio especializado Sleep Foundation, incluir frutas específicas en la dieta nocturna tiene el potencial de favorecer el descanso gracias a sus propiedades biológicas. Entre las frutas más destacadas se encuentran el kiwi y las cerezas ácidas, las cuales cuentan con compuestos que actúan directamente sobre los mecanismos que regulan el ciclo del sueño.
El kiwi, conocido por sus múltiples beneficios nutricionales, destaca como una de las mejores opciones cuando se busca mejorar la calidad del sueño. La doctora Lulu Guo, experta en neurología y medicina del sueño, señaló a este medio que esta fruta destaca debido a su “alto contenido de serotonina, un neurotransmisor esencial para regular el ciclo del sueño”. Este compuesto puede ayudar a conciliar el descanso de manera más rápida y proporcionar una noche más reparadora. Además, estudios citados por el medio indican que “consumir dos kiwis una hora antes de dormir puede ser especialmente efectivo para lograr un sueño profundo y de buena calidad”.
Por otro lado, las cerezas ácidas, particularmente las variedades Montmorency y Richmond, también ocupan un lugar importante entre los alimentos que promueven un sueño saludable. Según Sleep Foundation, estas frutas son ricas en melatonina, una hormona crucial para regular los ritmos circadianos o el “reloj biológico” del cuerpo. Como explicó este medio especializado, al ser una fuente natural de melatonina, “pueden facilitar un descanso más continuado y estable, combatiendo interrupciones en el sueño”.
Beneficios adicionales y alimentos complementarios para el sueño
El impacto positivo del kiwi en el descanso no se limita únicamente a la serotonina. Según lo indicado en Sleep Foundation, esta fruta también aporta altos niveles de antioxidantes, que “ayudan a combatir la inflamación y reducir el estrés”, ambos factores asociados con trastornos del sueño. Asimismo, la fibra soluble contenida en esta fruta contribuye a estabilizar los niveles de azúcar en la sangre, lo que podría tener un efecto indirecto en la calidad del sueño al prevenir bruscos despertares nocturnos.
Sin embargo, no solo las frutas pueden mejorar las noches de descanso. El medio también menciona otros alimentos que cuentan con propiedades específicas para promover el sueño profundo y reparador. Los productos lácteos, la leche malteada en particular, son recomendados debido a su contenido de triptófano, un aminoácido que Sleep Foundation señala como precursor de la serotonina y la melatonina. Según este medio, el consumo de leche malteada en la noche puede favorecer un sueño profundo y de mayor duración.
Entre otras recomendaciones alimenticias destacan el pescado graso, que aporta ácidos grasos omega-3 beneficiosos contra el insomnio; las nueces, que son naturalmente ricas en melatonina; y el arroz, un cereal que contribuye a estabilizar los niveles de carbohidratos, según el medio citado.
Una estrategia holística para noches más serenas
Aunque los hábitos de alimentación son un factor contribuyente significativo, la doctora Lulu Guo, hablando para Sleep Foundation, subrayó que combinar estas opciones con un estilo de vida saludable también es clave. “La relajación antes de dormir, evitar dispositivos electrónicos y establecer horarios constantes puede potenciar los efectos positivos de la ingesta de frutas como el kiwi y cerezas”, destacó.
En definitiva, estas frutas y alimentos ofrecen una solución natural ante los problemas de insomnio, promoviendo un descanso más reparador y beneficios para la salud en general. La simplicidad de sus incorporaciones —como consumir dos kiwis o un puñado de cerezas antes de dormir— las convierte en alternativas accesibles para quienes buscan mejorar su calidad de sueño.