En el mercado estiman que las tasas de interés reales habrían tocado un piso. La combinación entre la alta demanda de crédito en el sector privado y la necesidad de financiamiento en pesos por parte del Gobierno sugieren, de acuerdo con los economistas, que en los próximos meses habrá una mejora en los rendimientos reales en moneda doméstica.
Milagros Gismondi, analista de Cohen Aliados Financieros, afirma que la menor disponibilidad de fondos del Tesoro en su cuenta del Banco Central hará que el sector público salga a competir contra los bancos privados con mejores rendimientos de los instrumentos en pesos para captar más liquidez en las próximas licitaciones de deuda local.
Gismondi estima que el piso real de las tasas se observó en la licitación de deuda del miércoles. Prevé que la tasa de política monetaria se mantendrá en torno al 27,5% en marzo, con una leve baja, acorde con la desaceleración de la inflación. No obstante, resalta, la evolución de las tasas dependerá de la competencia por la liquidez entre el Tesoro y el sector privado.
De hecho, el jueves, un día después de la licitación de deuda y un día antes de la liquidación de esta operación con la que se logró un rollover de apenas 78% (financiamiento neto negativo de $ 1,4 billones), los depósitos en pesos del Tesoro en su cuenta del BCRA aumentaron $ 2,2 billones hasta situarse en $ 5,6 billones.

“Damos por hecho que el Tesoro fondeó su cuenta en el BCRA con depósitos que tenía en bancos comerciales, probablemente en la banca pública. Lo decimos porque el jueves el stock de Lefi en bancos públicos cayó $ 1,5 billones (los bancos, al recibir depósitos del Tesoro, invierten al menos parte de esos stocks en Lefi, que son títulos del Tesoro)”, detalla la consultora 1816.
De acuerdo con la consultora, con este movimiento de pesos, de sus cuenta en entidades financieras comerciales hacia su cuenta en el Banco Central, el equipo económico del Gobierno busca enviarle una señal a los inversores que despeje posibles temores respecto al cumplimiento del crédito soberano en moneda local.
Además, resalta el análisis, el hecho de que el régimen que se está aplicando, con Base Monetaria Amplia fija, implique una situación de liquidez cada vez más ajustada no significa que el Tesoro, con superávit fiscal sostenido durante los últimos meses, tendrá algún inconveniente para repagar la deuda local en el corto plazo.
La consultora estima que a partir de esta situación se pueden abrir dos caminos considerados como virtuosos: flexibilizar el régimen de la Base Monetaria Amplia, remonetizando pesos a través de compras de divisas del Banco Central en el mercado oficial de cambios, o lograr que la población empiece a transar en dólares.
Sin embargo, agrega, si el Gobierno no está dispuesto a cambiar el régimen monetario y tampoco logra convencer a la población de que adquiera la costumbre de utilizar sus dólares para consumo, se vendrán tasas de interés reales cada vez más altas, con el Tesoro compitiendo “agresivamente” contra el sector privado para hacerse de pesos.