Una tormenta legal se desata en torno al mediático divorcio de Wanda Nara y Mauro Icardi. La abogada Carla Junqueira alzó la voz acusando a la conductora y a su exrepresentante legal, Ana Rosenfeld, de ningunear su trabajo y no reconocer su rol fundamental en el proceso de separación. Junqueira asegura haber llevado adelante todas las gestiones y denuncias del divorcio, pero se encontró con una actitud que califica de “maltrato” por parte de ambas.
En diálogo con el programa “LAM”, Junqueira fue contundente: “Yo hice todo el trabajo sobre el caso de Wanda y Ana Rosenfeld se apoderó y lo firmó como si hubiera sido de ella”. Esta declaración deja en evidencia la tensa situación entre las abogadas, donde la joven letrada siente que su labor fue invisibilizada y apropiada por Rosenfeld, quien goza de mayor renombre en el ambiente.
La abogada no se limitó a las acusaciones de apropiación de su trabajo, sino que también denunció irregularidades en los pagos acordados. “Me pagaban 50 mil dólares, pero por descuentos desconocidos me quedaba solamente en 10 mil dólares”, reveló Junqueira, adjuntando pruebas que respaldarían sus dichos. Esta situación económica agrava aún más el conflicto, sumando una disputa monetaria al ya complejo entramado legal y mediático.
Las declaraciones de la letrada abren un nuevo capítulo en la novela del divorcio Nara-Icardi. Lo que parecía un conflicto entre la mediática y el futbolista, ahora suma un nuevo frente que involucra a profesionales del derecho. La acusación de Junqueira pone en tela de juicio el accionar de Rosenfeld y la actitud de la conductora, generando interrogantes sobre la ética profesional y el reconocimiento del trabajo ajeno.
LA DENUNCIA CONTRA WANDA NARA
El conflicto escala a un nivel donde ya no solo se discuten cuestiones sentimentales o económicas entre la expareja, sino que también se debate el reconocimiento del trabajo profesional y el cumplimiento de acuerdos económicos. La abogada Junqueira busca reivindicar su labor y obtener el reconocimiento que considera merecer, poniendo en una posición delicada a las figuras mediáticas involucradas.
“No es justo que se apropien del trabajo de otros”, sentenció la abogada, dejando clara su intención de llegar hasta las últimas consecuencias para defender sus derechos. La situación promete generar nuevos debates y repercusiones en los medios, manteniendo el caso Nara-Icardi en el centro de la atención pública, ahora con un nuevo e inesperado giro.
