
Tras la fuerte corrección que experimentó el S&P Merval a lo largo del año, varias compañías líderes comenzaron a recomprar sus propias acciones. Entre ellas se destacan BYMA, Central Puerto, Pampa Energía, Globant y, más recientemente, Banco Macro.
A priori, las recompras son una señal positiva: muestran que la empresa confía en sus fundamentos y considera que sus acciones están subvaloradas. Pero, como advierten los analistas, no siempre es un indicador suficiente para tomar decisiones de inversión.
Este jueves tanto el ADR (+10,4%) como la acción (+9,3%) de Banco Macro vuelan tras la operación que anunció ayer: un programa de recompra de sus créditos en circulación de un máximo de 4,5% de su capital y por u$s 150 millones para sostener el valor de los títulos en el actual contexto económico que impactó en el valor de sus papeles.
Los drivers para el Merval
En el corto y mediano plazo, los principales drivers para el mercado de acciones argentino son dos: la ayuda financiera proveniente del Tesoro de EE.UU. y los resultados de las elecciones de medio término del 26 de octubre.
Ambos elementos condicionarán la percepción de riesgo y liquidez del mercado, y definirán si las valuaciones castigadas se corrigen al alza o si la volatilidad persiste.
Desde ya que, en sectores con fundamentos sólidos, como el energético, la recompras funcionan como un plus: Pampa y Central Puerto se presentan como oportunidades de inversión a mediano y largo plazo.
Fuente: Inviu.
En cambio, en el sector financiero, donde los balances aún reflejan cierta fragilidad, la recompra por sí sola no garantiza que sea el momento ideal para entrar, y los inversores deben ser más cautelosos.
El Quartely Review de Inviu expone la cautela a la hora de tomar decisiones inversoras: el broker sostiene en su documento que, durante el tercer trimestre, el S&P Merval profundizó su corrección, intensificada por el resultado electoral en la Provincia.
“El equity registró una fuerte corrección durante el año producto de factores internos. Recomendamos cautela y no aumentar exposición hasta que las elecciones clarifiquen el panorama político-económico; preferimos pagar peaje”, aseguró la sociedad de bolsa.
No obstante, deslizó: “A mediano plazo, seguimos viendo valor en el sector energético, con especial foco en Pampa energía (PAMP), YPF (YPFD) y Vista Energy (VIST)”.
Otro ejemplo de cautela lo planteó Claudio Maulhardt, portfolio manager en Galileo, quien escribió en su cuenta de X: “¿Me subo o no me subo? ¿El mercado sube por la ayuda del Tesoro de EE.UU.? ¿Y si las elecciones salen peor de lo que se espera? ¿Subirá ahora para luego desinflarse? Preguntas sin respuesta que convierten nuestra decisión en algo parecido a una ruleta. La volatilidad es alta y nadie sabe qué pasará”.
El reconocido estratega, sin embargo, destacó que más allá del ruido hay un dato clave: “Cada vez más empresas lanzan programas de recompra de acciones. Es un reaseguro real frente a algo que sí podemos ver y analizar: con el S&P Merval 50% abajo y los bancos 65% abajo, los múltiplos de valuación se desplomaron. La mayoría de estas empresas son sólidas, con buenos negocios y poca deuda. Podrán caer un 20% más si la elección es terrible, o subir un 20% si EE.UU. financia algo inesperado. Lo que importa de verdad, lo duradero, está en lo fundamental, no en la espuma del mercado”.
La City analiza, ¿momento de apostar a las empresas sólidas?
Soledad López, analista en Rava Bursátil, señaló a El Cronista que la recompra de acciones siempre es una señal positiva. “Ahora, al momento de decidir si comprar o no, personalmente no me guiaría únicamente por eso. Empresas del sector energético como Pampa o Central Puerto tienen fundamentos sólidos, y representan una oportunidad de inversión a largo plazo”, destacó.
La experta sostiene que, en estos valores, se puede pensar en comprar y mantener. “En estos casos, veo como un plus que las empresas recompren sus acciones. En el sector financiero, sería más precavida a la hora de invertir a largo plazo. Hay que tener en cuenta que, a corto plazo, la volatilidad del mercado local obliga a ser muy cuidadosos al decidir dónde posicionarnos y a qué riesgos queremos exponernos”, explicó.
El horizonte de inversión marca la estrategia
Por su parte, Emilse Córdoba, directora de Bell Bursátil, en declaraciones a este medio, deslizó que el momento para comprar acciones depende, sobre todo, del horizonte de la inversión. “Si se trata de una operación especulativa de corto plazo, cada instante cuenta; en cambio, para inversiones a mediano o largo plazo con objetivos definidos, la estrategia cambia”, opinó.
Para Córdoba, la Argentina se encuentra con precios bajos tras una fuerte corrección que afectó a prácticamente todas sus acciones. Y que los propios emisores recompren sus títulos, aunque no siempre sea bien recibido por inversores de muy corto plazo, es un signo de convicción: “La empresa confía en su negocio y considera que sus acciones están baratas. Comprar barato sus propios activos refleja esa confianza, aunque los resultados inmediatos no siempre sean evidentes”, anticipó.
Para inversiones a mediano plazo, Córdoba opinó que las acciones argentinas presentan una oportunidad interesante. “Lo recomendable es ingresar de forma escalonada, nunca con todo el capital asignado de una sola vez, para promediar los precios de compra y reducir el riesgo. La volatilidad del mercado seguirá presente en los próximos días, pero para un horizonte mediano no debería ser un problema significativo”.
Ya para el cortísimo plazo, la estrategia requiere mayor análisis: “Encontrar el momento exacto para compras especulativas puede marcar la diferencia en el precio de entrada. La corrección podría no haber terminado del todo, pero parece haber alcanzado un piso cercano al actual. Por eso, las próximas subas podrían ser una oportunidad para operaciones rápidas, dependiendo de cómo evolucionen las elecciones locales y las definiciones de EE.UU. respecto a la ayuda o colaboración con Argentina. Estos dos factores son los principales drivers que marcarán el rumbo del mercado en el corto y mediano plazo”, concluyó Córdoba.
Fuente: Inviu.
Del sell-off a la recompra
José Ignacio Thome, analista de equity de Grupo SBS, compartió con este medio que, tras el fuerte sell off ocurrido a inicios de septiembre luego de la elección legislativa en la Provincia un puñado de compañías integrantes del S&P Merval iniciaron programas de recompras de acciones.
“Dada la magnitud de la caída, que ha llevado al índice a tocar mínimos que no observábamos desde la asunción de Javier Milei en diciembre 2023, consideramos correcta la decisión ya que nuestras estimaciones nos indican que, incluso al ajustar por un riesgo país por sobre los 1.000 bp, muchas valuaciones se encuentran sobre castigadas por lo que la recompra a estos niveles es una opción más que válida para aquellas empresas que se encuentren sólidas y con liquidez”, comentó.
No obstante, el estratega destacó que el contexto político actual es aún más frágil que el económico por lo que, luego de la próxima elección del 26 de octubre, habrá que estar “muy atento a cómo pueden reaccionar los mercados tanto a composición del nuevo Congreso e incluso, un paso antes, a si prospera o no la modificación que el hemiciclo actual busca aplicar al procedimiento de los Decretos de Necesidad de Urgencia (DNU).
Por eso, “ambos factores nos llevan a quedarnos al margen del sector bancario y regulados a la espera de un potencial mejor punto de entrada, pero tenemos preferencia por papeles más anticíclicos como puede ser BYMA”, concluyó Thome.
Si bien las recompras de acciones reflejan la confianza de las empresas en sus fundamentos y ofrecen un indicio positivo para los inversores, no deben ser el único criterio para apostar en el mercado. Para quienes buscan oportunidades a mediano y largo plazo, los sectores con negocios sólidos y balances robustos, como el energético, presentan un atractivo real, mientras que para el sector financiero la cautela es extrema.