El desodorante es uno de los productos que más utilizamos. Es empleado para proteger la zona de las axilas de la transpiración y controlar el olor corporal.
Sus fragancias son variadas y su tiempo de protección también cambia, según la marca y otras características. Los desodorantes ayudan a neutralizar los malos olores causados, principalmente, por las bacterias del sudor.
A qué hora es recomendable aplicarse desodorante, según los expertos
Aunque la mayoría de las personas se aplica desodorante al arrancar el día para garantizar más horas de protección y también lo suelen hacer después de bañarse, los expertos ponen énfasis en otro momento.
El presidente de la Academia Americana de Dermatología, David Pariser, aseguró al portal Consumer Reports, que hay que aprovechar los momentos previos a meternos en la cama: “Es realmente la mejor manera de usar un antitranspirante”, afirmó.
Mientras, otro estudio publicado en The Britsh Journal of Dermatology sugería que “la aplicación por la noche permite que la difusión del producto se realice durante un periodo de sudoración baja o decreciente, lo que facilita que el agente activo penetre en los conductos”.

Este es el momento correcto para echarte desodorante: no es después de la ducha
Más recientemente, un tiktoker volvió a poner el tema en discusión al publicar un video que se viralizó. En su perfil, Farmacéutico Fernández señala que echarse desodorante después de ducharse no es correcto, puesto que los productos antitranspirantes “son mucho menos efectivos si cuando te los echás estás mojado”.
Y amplió: “Los desodorantes se absorben mejor cuando las glándulas sudoríparas tienen menos actividad y hay menos sudor”. Así, el tiktoker reiteró que el momento correcto para aplicárselo es “justo antes de irnos a la cama”.
Los desodorantes que usamos a diario dan cáncer, ¿mito o realidad? La dura respuesta de la ciencia
La explicación de los expertos expone que el antitranspirante no actúa como una simple barrera que impide la salida de humedad, sino que crea tapones temporales en las glándulas sudoríparas. Estos tapones se forman cuando las sales de aluminio se mezclan con la humedad de la piel, generando una especie de “corchos microscópicos” que bloquean la salida de sudor y, con ello, reducen el mal olor.
Pero, para que estos tapones se formen correctamente, el cuerpo debe encontrarse en una condición de “sudoración de base”. Este estado se alcanza por la noche, cuando la actividad física es menor y la temperatura corporal desciende. Si lo aplicamos durante la mañana, la sudoración diurna puede diluir el producto antes de que haya logrado su efecto.