CÓRDOBA.– Continúa, con tres audiencias semanales, el inédito juicio por el asesinato de cinco bebés y el intento de homicidio de otros ocho en el Hospital Materno Neonatal de Córdoba. Después de las madres de las víctimas y de los peritos médicos y toxicológicos, desfilan otros testigos convocados por las partes. Entre ellos, las criminólogas que plantearon que los hechos por los que está acusada como supuesta autora material la enfermera Brenda Agüero tienen características de serialidad.
La abogada Ana Cufré y la trabajadora social Aída Ibarra hicieron un informe a pedido del fiscal instructor de la causa, Raúl Garzón. Ante los jurados populares y los jueces de la Cámara Séptima del Crimen de esta ciudad, ratificaron que los 13 hechos tienen características de “serialidad”, la que se define cuando hay entre tres y cinco casos.
“Si el asesino no hubiera sido detenido, hubiera seguido matando. Hay un período de enfriamiento, pero también una compulsividad. Va evaluando el contexto, la oportunidad. Pero no hubiera parado”, fue una de las afirmaciones que dejaron las profesionales.
“Puede sostenerse que el/la autor/a se trata de una persona cuya presencia en el lugar de los hechos estaba justificada, seguramente por su vinculación laboral, ya que se trata de un lugar de acceso restringido y no generó sospecha, y se pudo desplazar en él e interactuar con pacientes de manera habitual sin inconvenientes –señala el informe original–. Esto implica también que esta persona conocía el lugar, el espacio y la dinámica interna”. Añade que “debería tener conocimientos y habilidades relacionadas con la medicina, habilidad en el manejo de recién nacidos, conocimientos vinculados a los efectos de distintas sustancias, utilización de instrumental médico, así como el acceso a medicamentos, insumos e instrumental médico depositados en el mismo hospital, aunque no excluyentemente”.
Los testimonios de las autoras del informe fueron aceptados por el tribunal aunque aclaró que “no revista calidad de pericia”. Ibarra explicó que los ejes fundamentales son: temporalidad (período de “enfriamiento” es el lapso entre un caso y otro), la forma de actuar y que el victimario debía estar cerca de la víctima vulnerable (bebés) para poder accionar.
En el Neonatal, entre los dos primeros casos y el tercero pasaron 35 días y los últimos cuatro fueron en la misma jornada. El abogado defensor de la enfermera, Gustavo Nievas, preguntó cuál es la “satisfacción del objetivo que persigue el victimario”. La respuesta fue que “la elección de la víctima forma parte de su motivación. El objetivo es lograrlo, llevarlo a cabo. Siempre hay circunstancias que pueden alterar su plan”.
Las especialistas sostuvieron que el centro obstétrico es un área “muy restringida, con instancias de seguridad, al que se accede con medidas de protección. No cualquiera puede ingresar ni pasar inadvertido”. Ese planteo fue atacado por Nievas, que desde que asumió la defensa de Agüero apunta a que el funcionamiento del Hospital Neonatal era desordenado y sin controles.
Respecto del uso del potasio o la insulina, los dos elementos que se hallaron en las autopsias y exámenes en los sobrevivientes, Ibarra sostuvo que el agresor “tiene que tener conocimiento en el manejo de sustancias que son letales de manera rápida y efectiva”.
En el proceso ante el jurado popular, además de Agüero, acusada de cinco asesinatos más otros ocho en grado de tentativa, están imputados diez exfuncionarios del área de Salud y profesionales médicos. Para ella, si se comprueban los delitos, solo cabe la pena de prisión perpetua.