Miles de cubanos permanecen sin electricidad, agua potable ni refugio tras casi un mes del paso del huracán Melissa
Miles de cubanos permanecen sin electricidad, agua potable ni refugio tras casi un mes del paso del huracán Melissa

Miles de residentes en la región oriental de Cuba permanecen sin electricidad, agua potable ni refugio adecuado casi un mes después de que el huracán Melissa azotara la isla. A diario, familias enteras recorren varios kilómetros hasta los ríos cercanos para abastecerse de agua, y por las noches se congregan en refugios temporales y tiendas de campaña ante la falta de viviendas seguras. Según registros oficiales, Melissa fue una de las tormentas atlánticas más intensas de la historia.

El testimonio de Lucía García, de 80 años, evidencia el impacto emocional y material en la población afectada. “Lo perdimos todo con la inundación, y entonces, hoy estoy aquí, muy deprimida y muy triste”, aseguró García, quien reside en una pequeña aula escolar junto a sus dos hijos y su esposo enfermo. En el pueblo de Río Cauto, la escuela local da alojamiento a 14 familias, proporcionando también comidas diarias a otras 25 familias que viven con parientes o vecinos. Los camiones cisterna solo logran distribuir agua cada tres o cuatro días.

Muchos habitantes perdieron sus hogares cuando el huracán obligó a liberar las represas cercanas, inundando las zonas ribereñas. Según un informe del periódico oficial Granma publicado el 10 de noviembre, más de 2.300 personas fueron evacuadas en Río Cauto y 750 se refugiaron en casas particulares. La misma publicación sostiene que el retorno de los residentes a sus hogares “se ha completado”, pese a que persisten carencias en servicios básicos.

La ONU advirtió que unas 53.000 personas no han podido regresar a sus casas, incluidos 7.500 residentes en refugios oficiales.

En el cercano pueblo de Los Mangos, residentes reportan que las inundaciones alcanzaron su punto máximo al amanecer del día posterior al paso del huracán. Anisleydis Hidalgo, habitante de la zona, relató: “Fuimos evacuados para la llegada del ciclón… pero nadie se esperó que el agua llegaría al nivel que llegó”. Actualmente, vive con su hija pequeña y otras dos familias en una tienda de campaña de estilo militar. Lianet Socarras, trabajadora social, precisó que 58 personas, incluidos 30 niños, se encuentran distribuidas en 10 carpas donadas por el gobierno de India. Socarras recalcó que la urgencia mayor es el abastecimiento de agua potable, ya que la comunidad carece de reservas.

En Los Mangos, el sistema eléctrico no sufrió daños directos tras la tormenta, pero los cortes programados de luz agravan la precariedad. Fuera de las viviendas, colchones, ropa y electrodomésticos mojados forman parte del panorama, mientras los habitantes enfrentan el hedor de animales muertos cuya descomposición agrava las condiciones sanitarias.

El municipio costero de Guamá también registra daños considerables y persistentes apagones. Altagracia Fonseca, jubilada de 65 años, explicó que el mar inundó su vivienda y afectó pertenencias y electrodomésticos. “Preparé cosas como lo hace una persona que va a pasar un día fuera de su casa, eso fue lo que yo hice”, manifestó entre lágrimas al describir la devastación que encontró a su regreso. “Nunca pensé que iba a encontrar el desastre que ahora es mi casa. Fue triste, muy doloroso”.

Elizandra Sorrilla, quien reside en una tienda de comestibles habilitada como vivienda provisoria junto a su familia, lamentó que la ayuda prometida por el régimen cubano aún no ha llegado: “Nos dicen que nos van a ayudar, pero todavía no han llegado los recursos”.

Elizandra Sorrilla posa para una foto entre las ruinas de su vivienda, destruida por el huracán Melissa, en El Aserradero, Cuba, el domingo 16 de noviembre de 2025. (AP Foto/Milexsy Duran)

La molestia social crece, especialmente por los continuos cortes de electricidad. En el poblado de El Carmen, habitantes bloquearon una arteria principal con árboles y postes caídos como protesta, denunciando que padecen la falta de luz desde antes del huracán. Alfredo López, director general de la Unión Eléctrica, aseguró a los manifestantes en una discusión en la carretera que la entidad trabaja para restituir el servicio, aunque las reparaciones podrían demorar hasta mediados de diciembre.

Mientras se distribuyen alimentos, colchones y tejas, muchas necesidades de la población siguen insatisfechas. Esta situación se agrava en un contexto de relaciones tensas entre Cuba y Estados Unidos, después de que el presidente estadounidense Donald Trump y el secretario de Estado Marco Rubio intensificaran radicalmente las sanciones económicas contra la isla.

Las evacuaciones durante el paso de Melissa evitaron víctimas mortales en Cuba, según los datos oficiales, que afirman que más de 700.000 personas fueron movilizadas desde zonas costeras. La ONU advirtió que unas 53.000 personas no han podido regresar a sus casas, incluidos 7.500 residentes en refugios oficiales. El huracán Melissa también provocó graves daños al tocar tierra en Jamaica, donde se reportaron al menos 45 muertes, y sus efectos se extendieron hasta Haití, dejando un saldo de al menos 43 fallecidos.

(Con información de AP)