El presidente Javier Milei participó este jueves en el Foro de Davos, en Suiza. Se trata de su segunda aparición como mandatario argentino. En su discurso, volvió a criticar a los gobiernos de occidente y apuntó contra “la ideología woke”: “Buena parte del mundo insiste en aplicar la receta del fracaso”.
Señaló que se trata “del cáncer que hay que extirpar”, porque “ha colonizado las instituciones más importantes del mundo”.
Además, agradeció a los líderes globales de la derecha, a quienes considera sus aliados en la “lucha cultural”: el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump; la primera ministra italiana, Giorgia Meloni; el presidente de El Salvador, Nayib Bukele; el húngaro Viktor Orbán y el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu.
“Una nueva forma de hacer política”
Milei comenzó su exposición con una referencia a su presentación de 2024. “Vieron a un presidente que no era político, que no tenía apoyo legislativo ni de empresarios ni de grupos mediáticos. Les dije que era el comienzo de una nueva Argentina”, expresó.
“Les dije que Argentina era el fantasma de las Navidades futuras de Occidente”, dijo. “Ahora, un año después, no me siento tan solo. Porque el mundo ha abrazado a la Argentina”, remarcó.
“Hoy pocas personas niegan que soplan vientos de cambio en Occidente”, agregó. “Lo que para muchos eran verdades incuestionables, son finalmente puestas en dudas. Son momentos en donde las reglas se rescriben”, apuntó.
En su exposición, que se extendió unos 30 minutos, apuntó a “defender” nuevamente las “ideas de la libertad”, que “hicieron posible el libre comercio, la libertad de expresión, religiosa, y el resto de los pilares de la civilización occidental”.
En varios puntos del discurso, Milei se refirió al magnate Elon Musk y lo puso como ejemplo de unos de quienes acompañaron sus ideas desde el comienzo. “Mi querido amigo que injustamente fue vilipendiado por el wokismo en las últimas horas por un inocente gesto que lo único que significa es su entusiasmo y gratitud por la gente”, lo defendió tras haber sido acusado de nazi por un gesto con su mano levantada.
En la misma línea, criticó la “pobreza generada por el capitalismo” y la “agenda socialista” al hacer referencia a la Agenda 2030 de la ONU, que criticó en múltiples ocasiones.
Noticia en desarrollo.