En un panorama digital cada vez más complejo, la ciberseguridad se ha convertido en una prioridad para las organizaciones latinoamericanas. Un reciente estudio de Kaspersky revela una preocupante realidad: el 42% de las empresas de la región experimentó filtraciones de datos confidenciales en los últimos dos años.

La vulnerabilidad de la información se extiende en diversos sectores estratégicos. Organismos gubernamentales, empresas manufactureras, minoristas, tecnológicas, de salud y educación se encuentran en el punto de mira de los cibercriminales, quienes buscan acceder a información sensible que va más allá de los datos corporativos.

Los datos que se filtran de las compañías

El informe explica que entre la información comprometida se encuentran datos personales críticos de empleados, clientes y proveedores, como nombres, direcciones, números telefónicos, cuentas bancarias e incluso detalles médicos. La exposición de estos antecedentes no solo representa un riesgo para la privacidad individual, sino que puede tener consecuencias bastante negativas para la reputación empresarial.

Claudio Martinelli, director general de Kaspersky para las Américas, enfatizó la importancia de proteger la información: “Prevenir fugas de datos sensibles es fundamental para mantener la confianza de clientes, socios y empleados, y garantizar la estabilidad operativa a largo plazo”.

Las implicaciones de una fuga de datos corporativa van más allá de la simple filtración de información y puede tener consecuencias concretas. Las empresas pueden enfrentar multas significativas, acciones legales por daños a usuarios y la interrupción de sus operaciones.

La filtración de datos confidenciales, un problema que afecta a empresas y organismos públicos.

En este sentido, resulta significativo que el 20% de las organizaciones con presencia en múltiples regiones afirma que el cumplimiento de normativas y legislaciones locales representa un desafío a resolver.

Qué medidas preventivas pueden tomar las empresas

Para mitigar estos riesgos, los expertos recomiendan implementar estrategias integrales de ciberseguridad. Algunas medidas clave incluyen: limitar el acceso a información sensible, segmentar redes internas, utilizar criptografía, capacitar constantemente al personal en mejores prácticas digitales y emplear soluciones avanzadas de detección y respuesta.

En un mundo cada vez más digitalizado, la protección de datos se ha convertido en un imperativo estratégico para cualquier organización que busque preservar su integridad y competitividad en el mercado latinoamericano.