La Unión Europea y sus socios del Indo-Pacífico se reúnen en Bruselas para reforzar la cooperación marítima
La Unión Europea y sus socios del Indo-Pacífico se reúnen en Bruselas para reforzar la cooperación marítima

Bruselas se convierte estos días en un espejo de la disputa por el mar de China Meridional. Mientras la Unión Europea reúne a unos 70 delegados de países del Indo-Pacífico para hablar de resiliencia, prosperidad y seguridad, Filipinas llega al cuarto Foro Ministerial UE–Indo-Pacífico con una prioridad muy concreta: sumar respaldo europeo frente a las maniobras de Beijing en unas aguas que Manila considera vitales para su seguridad y su economía.

El foro, que se celebra el 20 y 21 de noviembre en la capital comunitaria, congrega a responsables políticos de la UE, Estados miembros, países de la región y organizaciones regionales que abarcan desde la costa oriental de África hasta los archipiélagos del Pacífico.

La cita se inscribe en la estrategia indo-pacífica adoptada por Bruselas en 2021, que plantea una cooperación más estrecha con la región para defender un orden “libre y basado en normas”, proteger las rutas marítimas y diversificar cadenas de suministro en un entorno de rivalidad geopolítica creciente.

Para la viceministra de Exteriores filipina, Theresa Lazaro, el foro es ante todo una palanca para reforzar la cooperación marítima frente a las reclamaciones chinas. La responsable diplomática subraya que el país recibe “mucho apoyo a través de las visitas de países miembros de la UE, fragatas que atraviesan el mar de China Meridional, y eso da mucho impulso a las relaciones”.

Teresa Lázaro, secretaria de Estado de Filipinas. REUTERS/Chaline Thirasupa

Filipinas, que mantiene una disputa territorial abierta con China, busca que ese apoyo pase de los gestos simbólicos a una presencia más estructurada de Europa en la región.

La tensión en la zona se ha elevado en los últimos meses. Manila y Beijing se acusan de choques entre barcos y de maniobras peligrosas en torno a atolones como el de Scarborough o el arrecife Second Thomas.

China reclama la mayor parte del mar de China Meridional en base a su controvertida “línea de nueve guiones”, pese al fallo del tribunal de arbitraje de La Haya de 2016, que invalidó esas pretensiones por contrarias a la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar (UNCLOS) y reconoció derechos filipinos sobre zonas económicas exclusivas.

Filipinas ha empezado a abrir la puerta a una mayor participación europea en los ejercicios navales que organiza con sus socios asiáticos y occidentales. Manila ha señalado que “acoge la participación de los Estados miembros de la UE en los ejercicios marítimos como observadores”.

Bruselas, por su parte, trata de dar contenido práctico a su estrategia indo-pacífica. La comunicación conjunta de 2021 ya planteaba una “presencia naval significativa” en el área, así como cooperación en seguridad marítima, vigilancia, formación de guardacostas y lucha contra la pesca ilegal.

ARCHIVO – El barco filipino de reabastecimiento Unaizah May 4 es atacado con un cañón de agua de la guardia costera china, lo que provocó lesiones a varios miembros de la tripulación cuando trataban de entrar en el Segundo Banco Thomas, conocido localmente como Banco Ayungin, en el disputado Mar de China Meridional, el martes 5 de marzo de 2024 (AP Foto/Aaron Favila, Archivo)

Desde entonces, varios Estados miembros —en particular Francia, Alemania, Italia, España y Países Bajos— han incrementado el despliegue de buques en el Indo-Pacífico, a menudo con escalas en puertos filipinos.

La relación entre la UE y Filipinas en materia de seguridad se ha ido consolidando en paralelo. A comienzos de noviembre, ambas partes celebraron en Bruselas su tercera subcomisión sobre cooperación marítima, donde reafirmaron su compromiso con el multilateralismo, el respeto de la UNCLOS y la resolución pacífica de disputas.

La propia Lazaro insiste en que el foro ministerial no se limita a la agenda bilateral: “Esa palabra, multilateralismo, está presente en todas las discusiones entre la ASEAN y la UE”.

El foro de Bruselas se articula en torno a tres ejes: respuestas de seguridad ante un entorno estratégico más volátil, prosperidad compartida a través de comercio y conectividad, y cooperación climática y energética.

En todos ellos el Indo-Pacífico es crucial para Europa: por esa región pasa cerca del 40 % del comercio exterior de la UE y se concentran algunos de los puntos más sensibles para la estabilidad global, desde el estrecho de Malaca hasta el mar de China Meridional y el estrecho de Taiwán.

Sin embargo, la ambición estratégica europea choca con sus propias limitaciones. Estudios recientes recuerdan que la UE mantiene una aproximación más económica y normativa que militar a la región y que sus Estados miembros no siempre comparten la misma línea respecto a China.