Clausurados el pasado domingo los Mundiales de Saalbach (Austria), este fin de semana se reanuda la Copa del Mundo de esquí alpino, la competición de la regularidad; con el liderato de la italiana Federica Brignone -que lo lucirá ante su público, en Sestriere- y del suizo Marco Odermatt, que hará lo propio en Crans-Montana.

Sestriere alberga a partir de este viernes dos gigantes y un eslalon, con el atractivo añadido para la afición local de la presencia de Brignone; que a los 34 años, se convirtió en la medallista de más edad y fue una de las triunfadoras de los Mundiales disputados en la citada estación de Salzburgo, donde capturó oro en gigante y plata en el ‘súper’.

Brignone llega al Piamonte comandando la general de una competición que ganó la temporada 2019-20, convirtiéndose en la primera (y hasta ahora única) italiana en lograrlo. La campeona milanesa lidera la Copa del Mundo con 799 puntos, setenta más que otra veterana, la suiza Lara Gut-Behrami: que el año pasado ganó su segundo gran Globo de Cristal, después del que había capturado hace ocho años; y que, con la plata en la combinada por equipos que ganó en Saalbach -junto a Wendy Holdener-, elevó a nueve su relación de medallas en Mundiales y a doce las conseguidas en grandes eventos.

Otra suiza, Camille Rast, que el domingo defiende 41 puntos (450 frente a 409) frente a la croata Zrinka Ljutic en el eslalon -disciplina de la que es flamante campeona mundial- es tercera en la general, con 607.

La neozelandesa Alice Robinson, que secundó a Brignone en la prueba mundialista de esa modalidad, lidera la Copa del Mundo de gigante con 300 puntos, sólo cuatro más que la sueca Sara Hector; y con cien sobre Brignone, que podrá recortar distancias en esa clasificación -o incluso revertir la situación- en la estación olímpica de 2006.

Odermatt, de 27 años, llegó como firme candidato a ganar tres oros a Saalbach, que albergaba por segunda vez unos Mundiales, la décima en territorio austriaco. Pero, después de exhibirse en el supergigante, no pudo revalidar los títulos que había ganado dos años antes en Courchevel (Francia), en descenso y en gigante.

El astro helvético sólo’ pudo ser cuarto en el gigante -disciplina en la que también es el actual campeón olímpico- y quinto en la prueba reina de los Mundiales. Así que a partir del sábado emprenderá el camino hacia la que, salvo auténtica hecatombe, será su cuarta victoria global (seguida) en la Copa del Mundo.

Lo hará ante su afición, en Crans-Montana, donde el sábado tendrá lugar un descenso; y el domingo, un supergigante. Y donde este jueves marcó el trigésimo sexto crono del entrenamiento para el descenso, a un seguno y 69 centésimas de su compatriota Stefan Rogentin; que fue el más rápido.

‘Odi’, que lidera todas las clasificaciones en las que compite, comanda claramente la general con 1.066 puntos. Exactamente 320 más que el noruego Henrik Kristoffersen y con 429 sobre otro suizo, Loic Meillard: que acabó siendo el gran triunfador de los Mundiales de Saalbach, con dos oros (en la nueva combinada por equipos y en eslalon) y un bronce (en gigante).

La de descenso la encabeza con 365 unidades; 93 más que su compatriota Franjo von Allmen, flamante campeón mundial de la disciplina; mientras que en la de ‘súper’ (341) le saca 119 al austríaco Vincent Kriechmayr.

Adrián R. Huber