El impulso incansable de Juana Viale halló una nueva forma de canalizar su energía a través del running. La conductora decidió incorporar el atletismo a su rutina diaria, convirtiéndolo en una parte esencial de su vida. No importa si el viento sopla con fuerza, si la lluvia cae sin cesar o si el frío es intenso; su determinación es más fuerte que cualquier obstáculo. Con una actitud inquebrantable, Juana se enfrenta a cada desafío que la naturaleza le pone, saliendo a correr una y otra vez, sin rendirse.
En los últimos días, Juana compartió con sus seguidores imágenes de su entrenamiento constante, recorriendo las calles con una marcha firme y pareja, tanto el domingo como el lunes y el martes. Este no es un capricho pasajero, sino una pasión enraizada, un desafío personal que se impuso hace poco más de seis meses, inspirado por su pareja, Yago Lange, navegante y ferviente defensor del medioambiente.
Desde entonces, su perfil en redes se transformó en una bitácora de kilómetros recorridos, sudor y logros superados. Cada publicación muestra su dedicación y esfuerzo constante. A medida que enfrenta nuevos desafíos, comparte sus experiencias, inspirando a quienes la siguen a perseguir sus propias metas. Las fotos de sus carreras, las historias de superación personal y los mensajes de motivación se han convertido en una parte fundamental de su día a día, demostrando que no hay límite cuando se tiene determinación y coraje.
“Objetivo: corre caminos… hoy primeros 12 kilómetros. Se vienen grandes desafíos (más)”, escribió en una publicación, acompañada de la imagen del icónico Correcaminos de los Looney Tunes. El mensaje es más que claro: esto es solo el comienzo. Juana no se detiene, su meta era ambiciosa: alcanzar los 33 kilómetros en las cuatro estaciones del año.
¿CUÁL FUE LA MAYOR META CUMPLIDA DE JUANA?
El gran hito llegaría a mediados de junio. Con el orgullo plasmado en su rostro, compartió en sus historias de Instagram una foto donde se la ve sonriente, vestida con su equipo deportivo y posando junto a un mural de un colibrí, que es ni más ni menos el símbolo de perseverancia y libertad. “Mi alma y yo”, escribió tras completar los 15 kilómetros y así sintetizar en pocas palabras la conexión que logró con este nuevo estilo de vida.
La situación más feliz llegó con un logro inesperado: Juana completó una distancia que hasta hace poco le parecía inalcanzable. Entre risas, compartió su sorpresa: “Ni yo me lo creo. Lo más cerca que estuve del 15 fue cuando iba a Benavidez”, en alusión a la línea de colectivos. Su entusiasmo era visible, como si hubiese descubierto una nueva versión de sí misma con cada zancada.
Para Juana Viale, el running trascendió el concepto de un deporte común. Se ha convertido en un desafío de resistencia, una ruta de autodescubrimiento y una forma renovada de poner a prueba sus propios límites. Y por la firmeza con la que enfrenta cada carrera, está claro que aún le esperan muchos más kilómetros por recorrer.

La pasión de Juana Viale por el running no solo nace de su propia determinación, sino también de la influencia de su pareja, Yago Lange, quien comparte con ella la pasión por los deportes y el constante desafío personal. Juntos han encontrado una fuente de motivación mutua y el apoyo de Yago ha sido fundamental en este nuevo camino que Juana ha decidido emprender.

El trabajo en equipo y el respaldo incondicional se extienden más allá de las carreras, impulsándola a alcanzar sus metas. Con él a su lado, Juana continúa demostrando que cada paso es una oportunidad para superar barreras, sabiendo que siempre puede contar con alguien que la alienta a ser mejor.