Carlos Santana en Lima (peru immigration documentation project)

En diciembre de 1971, Lima no se tiñó de rojiblanco, los colores que identifican a la selección peruana y acompañan a su hinchada en cada encuentro deportivo. Ni el Estadio San Marcos los albergó ni cubrieron la espalda de Carlos Santana por una razón clara: la cancelación de su concierto. En aquel entonces, el país estaba envuelto en el verde militar, distintivo del régimen dictatorial de Juan Velasco Alvarado.

Velasco lideró y llevó a cabo el golpe de Estado del 3 de octubre de 1968, con el que derrocó al presidente Fernando Belaúnde Terry. Se mantuvo en el poder hasta 1975, tiempo en el que instauró el llamado Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada. Durante su mandato, impulsó cambios estructurales, como la Ley de Reforma Agraria, promulgada el 24 de junio de 1969, con el propósito de redistribuir la tierra de manera equitativa. Además, fortaleció relaciones con países del bloque socialista y adoptó una postura abiertamente antiimperialista.

Su gobierno estuvo salpicado de decisiones que provocaron el descontento de los jóvenes. Una de ellas fue la cancelación del concierto de Santana, la icónica banda de rock estadounidense liderada por el guitarrista Carlos Santana.

(BNP)

La cancelación del concierto de Santana

Juan Velasco Alvarado, a través del Ministerio del Interior, ordenó la detención y expulsión de Carlos Santana y sus compañeros bajo argumentos ambiguos. La banda tenía previsto presentarse el 11 de diciembre de 1971 en el Estadio San Marcos; sin embargo, un día antes del esperado concierto, esta cartera ministerial emitió un comunicado oficial informando a la opinión pública que los artistas habían sido conducidos al aeropuerto Jorge Chávez y que la presentación quedaba cancelada.

Pero, ¿en qué momento fueron detenidos? El 9 de diciembre, los artistas llegaron al hotel donde se hospedaban sin imaginar que agentes de la Policía de Investigaciones del Perú (PIP) los estaban esperando. Fueron conducidos a las instalaciones de Seguridad del Estado, donde permanecieron todo el día. Al día siguiente, los trasladaron al aeropuerto para abordar un vuelo de salida.

Ante esteos hechos, surge una interrogante: ¿Velasco odiaba el rock? Es imposible saberlo con certeza, ya que falleció en 1977. En vida, no dejó declaraciones sobre el género, o al menos, en los registros audiovisuales donde aparece, no hay ninguna referencia al respecto. No obstante, en el imaginario colectivo, persiste la idea de que el presidente del Perú sentía ojeriza por este género, asociado a la rebeldía y la identidad cultural de los jóvenes de la época.

Inicialmente, el concierto se iba a realizar en el Estadio Municipal de San Isidro, pero Peter Koechlin, organizador del evento, decidió finalmente por el Estadio San Marcos. Sin embargo, al gestionar los permisos, surgieron inconvenientes.

Santana y el boleto del show (Caretas)

El productor audiovisual y periodista Juan Carlos Guerrero realizó el documental “El caso Santana en Perú”, en el que recoge los testimonios de los protagonistas de los hechos ocurridos durante la estancia de la banda en Lima.

Peter Koechlin recordó el ambiente tenso que encontró en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos: “Fui a la residencia estudiantil. Me recibieron. (…) Me pregunté qué pasaba porque gritaban. El ambiente era bastante eufórico, por no decir violento”, relató.

Por su parte, Alfredo Calderón, dirigente de la Federación de Estudiantes de San Marcos, reveló la solicitud que le hicieron a Koechlin. “Cuando llegó el empresario en representación de Santana para solicitar el estadio, dijimos que primero queríamos conocer el programa del evento y verificar si realmente promovía la paz, el amor y la felicidad”, señaló.

(Captura: Panamericana Televisión)

En la casa de estudios, las opiniones estaban divididas sobre la realización del concierto en el recinto deportivo. Algunos jóvenes universitarios manifestaron su rechazo incendiando un automóvil y planeando inundar el campo.

Días antes del evento, numerosos hippies acamparon en los alrededores del recinto, lo que provocó el rechazo de ciertos sectores conservadores, quienes los vinculaban con el consumo de drogas.

El ministro del Interior del régimen de Velasco, Pedro Richter, también aparece en el documental “El caso Santana en Perú”, donde se refirió a esta percepción:

“En las presentaciones que hacía en otros países había líos y empleo de marihuana y otros estupefacientes, y que podría suceder lo mismo en el Perú, y, como consecuencia, desarrollarse una gresca entre los asistentes. (…) La decisión fue cortar el espectáculo por (…) los antecedentes del señor Santana”, declaró.

A partir de estas declaraciones, no se puede afirmar que Velasco odiara el rock, pero sí queda claro que su régimen afectó la escena cultural con medidas represivas.