Republicano y ferviente defensor de la iniciativa privada, el presidente norteamericano Donald Trump, es consciente de la importancia estratégica que significa contar con una marina mercante nacional. En Estados Unidos no se habla de desregular este sector, todo lo contrario.

En esta línea surge la Ley “SHIPS for America”, un proyecto que tiene todas las posibilidades de ser prontamente sancionado ya que es bipartidista.

La iniciativa, también respaldada por las principales organizaciones y compañías navieras americanas, prevé la creación de una flota naval comercial estratégica para alcanzar hasta un máximo de 250 buques. También concede beneficios de todo tipo para aumentar la competitividad de los buques de bandera estadounidense utilizados en el comercio internacional.

Asimismo, la legislación crea el Comité de Reglamentos y Normas Marítimas Comerciales cuya tarea sería reducir las obligaciones burocráticas y exigir que una parte de las mercancías importadas por mar desde China deba ser transportada por buques de bandera norteamericana, tripulados por estadounidenses y construidos en los EE.UU. 

Se exigiría que el 10% de la carga importada desde China se importe en buques pertenecientes al Registro de Buques de EE. UU. en un plazo de 15 años, mientras que las naves con bandera estadounidense tendrían prioridad en los puertos norteamericanos por delante de los extranjeros.

Apoyo a los astilleros

El proyecto de ley se centra en el fortalecimiento de la construcción naval norteamericana, y establece una deducción fiscal del 25% para inversiones en astilleros junto al establecimiento de un Programa de Incentivos Financieros para la Construcción y Reparación con un enfoque innovador. También se prevé la promoción en el ámbito del diseño, producción naval y desarrollo de nuevos sistemas energéticos junto al establecimiento de un Centro de Servicios Marítimos de los Estados Unidos.

Los trabajadores también están contemplados en la iniciativa. La propuesta acuerda incentivos para la contratación y formación de personal y aportes económicos puntuales en la fuerza laboral.

En la actualidad solo se utilizan 58 buques con bandera norteamericana en el tráfico internacional.

“Estados Unidos siempre fue una nación marítima, sin embargo, la verdad es que hemos perdido terreno en comparación con China, que ahora domina el transporte marítimo internacional y puede construir buques mercantes y militares mucho más rápido que nosotros”, destacó el senador Mark Kelly.

El legislador agregó que “la Ley SHIPS for America es la respuesta a este desafío. Apoyo a la industria naval y al transporte marítimo, desarrollo de la fuerza laboral para fortalecer las cadenas de suministro y para reducir nuestra dependencia de los buques extranjeros”.