El encargado de responderle al presidente Javier Milei, quien dijo que la provincia de Buenos Aires es “un baño de sangre”, fue el ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, que desmintió al mandatario. Además, aseguró que en la gestión de Axel Kicillof no están para sumarse a dichos de este tipo, que le adjudicó a intenciones electorales, y menos si se quiere hacer un “reality show”.
Por otra parte, el funcionario que tomó el comando de la cartera en esta segunda gestión de Unión por la Patria (UP) en la Provincia, luego del paso de Sergio Berni, su jefe político, aseguró que ya tienen identificados por el crimen de Paloma Gallardo y Josué Salvatierra en Florencio Varela, y que los están buscando.
Ante estos dos y otra serie de homicidios que se dieron en la provincia de Buenos Aires, y que saltaron a la escena pública, como el del repartidor Lucas Aguilar en Moreno, el Presidente dijo que la Provincia es “un baño de sangre” y cuestionó a Kicillof por participar de la Marcha del Orgullo Antifascista y Antirracista, justo cuando se habían dado los crímenes.
“Bueno, empezó la campaña electoral en los términos en que ellos juegan, con las fake news, la desinformación, lamentable. Porque llevan al terreno de la especulación política más baja el dolor de las familias, porque obviamente que en el conurbano, en la provincia de Buenos Aires, viven 14 millones de personas, siempre fue un ámbito donde ocurrieron delitos, como en cualquier gran urbe del mundo”, introdujo Alonso en Radio 10.
“Si cada delito que ocurre lo repetimos hasta el hartazgo en la televisión y el Presidente califica de ‘baño de sangre’ se empieza a generar una psicosis que no se corresponde con la realidad. Cuesta entender cómo la ministra de la Nación [por Patricia Bullrich] muestra las estadísticas oficiales, que indican que la Argentina es el país con menos homicidios de América del Sur, el segundo de América Latina, y que la provincia donde viven la mitad de los argentinos sea un baño de sangre”, respondió entonces, directo contra Milei.
Además, se preguntó: “Ellos mismos dicen que hicieron el ajuste más brutal de la historia de la humanidad. ¿Es posible pensar que eso no va a tener consecuencias sociales?“. Al respecto, el ministro acotó que creció la violencia “muy impulsiva” y como ejemplo indicó que los últimos casos que se dieron en la Provincia y que pasaron a la escena de los medios no fueron homicidios en ocasión de robo, que -según sus cifras- bajaron “muchísimo”, sino que creció la violencia interpersonal e intrafamiliar.
“Este enero tuvimos 10% de homicidios menos que en enero del año pasado. El año pasado hubo 18 en ocasión de robo; este año hay 8″, precisó Alonso, quien dijo que fue clave para esa baja el trabajo coordinado con el ministerio de Bullrich (con quien destacó la buena articulación), los jueces federales, los provinciales, los fiscales y la Policía.
Sin dejar de lado las críticas que también les llegaron por la inseguridad desde la ciudad de Buenos Aires, donde su par es Waldo Wolff, el funcionario planteó sobre los dardos capitalinos y nacionales para la gestión bonaerense y el gobernador: “En el marco de la campaña electoral, basados en las noticias falsas, quieren dar una imagen de un conurbano descontrolado. Es el conurbano de siempre, que mejoró en la disminución de los homicidios”.
Y siempre en esa línea de defender su administración frente a la Seguridad sostuvo: “Tenemos que enfrentar [el delito] todos juntos y nunca me van a encontrar con una dinámica de reality show o de Twitter, peleándome con quien yo tengo que trabajar. Voy a trabajar con la ministra de Seguridad de la Nación o con quien sea para combatir el narcotráfico, es la orden que me dio mi gobernador, y no vamos a ser tolerantes con ningún punto punto de venta de droga”.
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