Jenifer y la Tana hablaron a solas en la casa de Gran Hermano después de los problemas con Chiara. Katia le dijo que su única rival era Chiara y que no tenía nada en su contra mientras no la defendiera. Jenifer escuchó y le dejó claro que no iba a meterse en esa pelea.

“Yo a vos no te voy a dejar sola porque a mí no me gustaría que me lo hagan”, le aseguró Jenifer a Katia. También le dijo que sentía que tenían muchas cosas en común y que no iba a defender a Chiara porque “ella se sabe defender sola”.

Además, Jenifer habló de su postura sobre Chiara y lanzó una advertencia: “A mí esos berretines no me los hace porque sabe que la saco a 180”. Con esta frase, dejó en claro que no iba a salir a protegerla y que estaba del lado de la Tana.

Días antes, Katia ya había dicho que sentía que la dejaban afuera. “Me chupan un huevo. Me van a tener que fumar a mí, a mi cara de c… o que esté de mal humor”, comentó en la sala de stream. Para ella, Chiara y Jenifer la excluían y eso la hizo enojar.

También recordó un problema con Jenifer que le molestó mucho. “Ella me regaló un vestido y después me chantajeaba porque a Chiara le canjeé un fernet”, contó. Ese fue un punto de quiebre en su relación y desde ahí todo cambió.

Después de la charla con Jenifer, la Tana se sintió más segura y decidió su estrategia en el juego. “No voy a amargarme ni apagarme por ellas”, dijo, dejando claro que ahora tenía una aliada para enfrentarse a Chiara.