Donald Trump  (REUTERS/Kevin Lamarque)

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cumplió este lunes su promesa de imponer aranceles del 25% a las importaciones de acero y aluminio, intensificando una guerra comercial largamente prometida pese a las advertencias de Europa y China.

“Hoy estoy simplificando nuestros aranceles sobre el acero y el aluminio”, dijo Trump en la Oficina Oval mientras firmaba órdenes ejecutivas. “Es un 25% sin excepciones ni exenciones”.

“Esto es importante, vamos a hacer Estados Unidos rico de nuevo”, indicó el mandatario después de hacer efectiva la orden de aumento arancelario.

Trump también señaló que estudiaría imponer aranceles adicionales a automóviles, productos farmacéuticos y chips informáticos.

Canadá y México -a los que Trump ya ha amenazado con imponer aranceles- son los mayores importadores de acero a Estados Unidos, según datos comerciales estadounidenses. Brasil y Corea del Sur también son grandes proveedores de acero.

El mandatario estadounidense también confirmó que estaba considerando una exención para Australia de los aranceles al acero.

Tenemos un superávit (comercial) con Australia, uno de los pocos. Y la razón es que compran muchos aviones. Están bastante lejos y necesitan muchos aviones”, dijo.

Justo antes de que Trump firmara los documentos, el primer ministro australiano, Anthony Albanese, dijo que una exención estaba sobre la mesa, tras hablar con Trump.

“El presidente estadounidense estuvo de acuerdo en que se estaba considerando una exención en interés de nuestros dos países”, dijo Albanese a la prensa tras la llamada.

Trump impuso amplios aranceles durante su presidencia de 2017 a 2021 para proteger a las industrias estadounidenses, que a su juicio se enfrentaban a la competencia desleal de países asiáticos y europeos.

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