Protagonista de decenas de éxitos, cara de una infinidad de proyectos monstruosos en la televisión y el teatro. Un hombre que también se erige en un embajador de causas loables. En definitiva, todo el mundo conoce a Osvaldo Laport, pero eso no le evitó sufrir un momento muy incómodo.

Resulta que el actor se acercó a un bar en Villa Carlos Paz, con la intención de disfrutar de la presentación de su hija Jazmín. Una velada que debía resultar agradable, llena de estímulos, pero que terminó como un dolor de cabeza y una confrontación innecesaria con el patovica.

Osvaldo no pudo ingresar al recinto porque le cuestionaron su look, las prendas que eligió para ponerse esa noche. De hecho, el mismo Laport le explicó el quid de la cuestión a Intrusos: “Estaba de musculosa y Viviana Sáez (la esposa) también, pero ella podía pasar y yo no”

La hija del famoso también ofreció testimonio y ahondó en toda esta intrincada situación:  “Cada lugar elige y está perfecto, pero no son los modos despectivos esa cosa de que te miren de arriba a abajo”. E incluso añadió sobre el diálogo con el hombre de seguridad:  “Les nombraba a la gente que conocía ahí y me respondían ‘no sé, no sé, pero ustedes así, no entran”.

REBOTARON A OSVALDO LAPORT DE UN BOLICHE

Con un semblante calmo, Osvaldo se encargó de aclarar que no desea ninguna represalía contra ese patovica: “Esto no tiene que ver con quitarle el laburo a nadie, jamás le quité el plato de comida a nadie porque es mi filosofía de vida. Tal vez, se trata de reprender y educarlos”.

Movilizado en el anhelo de reflexionar sobre esta experiencia, Laport envió un mensaje a todos los integrantes de la industria del turismo: “Es necesario entender que hay una plaza turística. No solamente nacional, sino internacional. Viene gente del exterior y Villa Carlos Paz está bellísima”.