China se resiste a mejorar lo que paga por sus importaciones de carne vacuna. De ahí las sospechas sobre esta investigación (Revista Chacra)

En noviembre del año pasado, el Ministerio de Comercio de China anunció que abriría una investigación en la Organización Mundial del Comercio (OMC) sobre su carne vacuna importada. El tema es de interés para la ganadería argentina, ya que la involucra directamente.

La iniciativa es una respuesta a las quejas de los ganaderos del gigante asiático, que adjudican a las importaciones la caída de los precios internos. La solicitud de investigación se refiere al periodo comprendido entre el 1º de enero de 2019 y el 30 de junio de 2024 e involucra a todas las naciones a las cuales el país les compra proteína roja.

Se considera que la tarea puede demorar un año en generar un veredicto, por lo cual no habría interferencias en las exportaciones sudamericanas durante 2025. El punto es que si las investigaciones son validadas, se abriría una medida de salvaguarda que puede durar hasta cuatro años. Brasil, Australia y Argentina, en ese orden, serían potencialmente los más afectados por los recargos a las ventas. Oficialmente se indicó que las importaciones de los productos bajo investigación representan el 30,9% del mercado chino.

El mercado interno chino tolera una oferta importante, con un consumo que en apariencia no ha acompañado (Revista Chacra)

Medio brasileños indican ahora que el abogado Welber Barral, que representa a la Asociación Brasileña de Industrias Exportadoras de Carne (Abiec) en el grupo de trabajo creado por el gobierno federal, considera que la investigación y la posible medida de salvaguarda por parte del país asiático no se sustentan en los preceptos que impone la Organización Mundial del Comercio (OMC).

“Nuestra defensa, la de los exportadores brasileños representados por Abiec, es que no se han cumplido los requisitos exigidos por la OMC para la imposición de la salvaguarda, es decir, en definitiva, no hay un aumento imprevisto de las importaciones de carne vacuna que está causando daño a la industria china”.

Según Abiec, el mercado de carne vacuna en esta nación asiática es de alrededor de 12 millones de toneladas, con aproximadamente 2,5 millones de toneladas importadas por año. Brasil abastece aproximadamente el 50% de este volumen, y la Argentina le sigue en la lista de grandes proveedores.

La investigación durará alrededor de un año y puede significar un castigo a las importaciones desde Sudamérica (Revista Chacra)

Lo cierto es que China investiga importaciones de carne vacuna mientras el exceso de oferta mantiene los precios en niveles poco atractivos. Y coincide con las recientes exigencias de Brasil respecto de mejorar lo que paga el gigante asiático por la carne importada, que ha quedado a la cola de las naciones compradoras de este producto. De ahí la sospecha de que esta investigación pretende disuadir a Brasil y al resto de los exportadores de presionar para obtener mejores precios.

Los solicitantes de la medida –en apariencia los integrantes de la cadena cárnica del país- aducen “un fuerte aumento de los volúmenes de importación durante el período en cuestión, que ha dañado gravemente a la industria nacional de China”. Dicen que los ingresos de carne vacuna extranjera en 2023 fueron casi un 65% más altos que en 2019, en tanto las importaciones en el primer semestre de 2024 más que duplicaron las del primer semestre de 2019.

Cabe recordar que la economía china aún no se recupera de las consecuencias de la pandemia y la política de Xi Jimping al respecto. La mayoría de los productores pecuarios de este país dice tolerar márgenes negativos. Al menos es lo que enarbola la Asociación de Ganadería de China para justificar toda esta movida. Lo cierto es que los precios han caído a su nivel más bajo en los últimos cinco años, y el valor del ganado en pie es el menor en los últimos 10 años.

La ganadería china aduce que las abultadas importaciones deprimen el precio de la hacienda en pie(Revista Chacra)

La investigación de salvaguardas sobre las importaciones de carne vacuna anunciada por el gigante asiático sugiere un sesgo proteccionista. Consultoras brasileñas creen que Beijing podría intentar aumentar el arancel de importación del 12% al 22%, lo que impactaría en los volúmenes de envío.

La actitud de Beijing ha hecho que más de un proveedor se ponga en campaña para encontrar nuevos mercados para su carne vacuna, de hecho Brasil y Uruguay están avanzando en este camino. La Argentina aparece más rezagada respecto de sus competidores y con mayores dificultades para recortar la dependencia del gigante asiático.