
Japón registró un nuevo muerto y cuatro heridos en dos nuevos casos de ataques de osos en zonas diferentes, elevando el saldo de víctimas a números récord que encienden las alarmas del país asiático. Dicho aumento aún es motivo de investigación por instituciones oficiales, las cuales evalúan tomar medidas ante la escalada.
Según informó la policía local a la agencia AFP, este viernes un oso atacó a cuatro personas en el norte del país, provocando el fallecimiento de una de ellas y dejando a tres hospitalizadas. Ese mismo día, una mujer de unos 70 años resultó herida en la región central de Toyama, también víctima de un ataque de este animal salvaje, de acuerdo con la emisora local NHK.
Estos episodios recientes se suman a una tendencia alarmante: el país del sol naciente ha registrado un récord histórico de muertes por ataques de osos en lo que va del año.
Antes de los incidentes del viernes, las autoridades ya contabilizaban nueve víctimas fatales, cifra que supera ampliamente el máximo anterior de seis muertes, según datos del Ministerio de Medio Ambiente.
Nuevos ataques de osos rompen el récord anual
El ataque mortal en la región de Akita se desarrolló cuando dos de las víctimas realizaban labores agrícolas hasta que fueron sorprendidas por el animal, mientras que las otras dos sufrieron lesiones al intentar prestar ayuda.
En Toyama, una mujer fue atacada el mismo día, lo que refuerza la percepción de que los osos están expandiendo su presencia en zonas urbanas, una preocupación que se ha intensificado en los últimos meses.
La crisis nacional ha alcanzado niveles inéditos. El Ministerio de Medio Ambiente ha confirmado que el número de muertes y heridos supera todos los registros previos. Los expertos atribuyen este fenómeno a una combinación de factores ambientales y sociales. El cambio climático ha alterado la disponibilidad de alimento y los ciclos de hibernación de los mamíferos, empujándolos a buscar recursos en áreas habitadas.
Asimismo, consideran que otro factor es la despoblación rural derivada del envejecimiento de la sociedad japonesa. El biólogo Koji Yamazaki, de la Universidad de Agricultura de Tokio, explicó en diálogo con CBS News que la reducción de la población humana en estas zonas ha ofrecido a los osos “una oportunidad de ampliar su área de distribución”.
El impacto de esta crisis se extiende a zonas altamente pobladas. En los últimos meses, se han reportado incidentes en donde osos han irrumpido en supermercados, han atacado a turistas y han aparecido cerca de escuelas y parques. En la región central, uno de estos animales, de más de metro y medio, ingresó a un local y causó heridas leves a dos hombres mientras decenas de clientes se encontraban dentro.
Japón alberga dos especies: el oso negro asiático y el oso pardo, que habita principalmente en la isla del norte. Miles de ejemplares son cazados cada año.
Medidas del gobierno japonés ante la emergencia
Ante la gravedad de la crisis, el gobierno japonés ha anunciado una serie de medidas para intentar contener los ataques. El nuevo ministro de Medio Ambiente, Hirotaka Ishihara, calificó los episodios como “un serio problema” y se comprometió a reforzar las acciones estatales.
“Estamos comprometidos a fortalecer aún más medidas, incluyendo la protección y capacitación de los cazadores gubernamentales y la gestión de la población de osos”, declaró en una conferencia de prensa, según recogió AFP.
Entre las iniciativas que evalúa el gobierno, se encuentra el reclutamiento y formación de nuevos cazadores. Además, se prevé intensificar la gestión de la población de osos y mejorar la protección de las comunidades vulnerables, especialmente en las regiones más afectadas por la despoblación y el avance de los animales hacia áreas residenciales.
La emergencia por ataques de osos en Japón ha obligado a las autoridades a buscar respuestas urgentes y coordinadas, mientras el cambio climático y las transformaciones demográficas continúan alterando la convivencia entre la vida silvestre y las actividades humanas.