El jefe de la Guía Estratégica para el Agro de la BCR, explicó que la que pasó y la que viene son semanas claves

Las lluvias de los últimos días dejaron de 10 a 90 milímetros con un claro gradiente hacia el norte, dónde se observaron los mayores acumulados. Los pronósticos indican una semana de estabilidad con temperaturas en aumento, lo que podría generar un nuevo desafío para los cultivos, según indica un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).

“La que pasó y la que viene son semanas claves para la soja y el maíz tardío, y las precipitaciones registradas son fundamentales para sostener rindes y empezar a ponerle un piso a la cosecha de la zona núcleo”, explicó Cristian Russo, jefe de la Guía Estratégica para el Agro de la BCR.

Los valores más elevados se registraron en Irigoyen, con 90,4 milímetros, e Idiazábal, con 82,2 milímetros. También se destacan Carlos Pellegrini, con 84,4 milímetros, y Colonia Almada, con 66 milímetros. En la localidad de Ramallo, en tanto, se registraron 46,6 milímetros. “Lo más importante quedó desde el centro de la región núcleo hacia el norte. Esta vez, las tormentas más importantes se observan por encima de la línea horizontal que cruza a Rosario”, señaló Russo.

Los valores de precipitaciones más elevados en la zona agrícola núcleo se registraron en Irigoyen, con 90,4 milímetros, e Idiazábal, con 82,2 milímetros, según un relevamiento de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR)

El agrónomo agregó que las lluvias continuarían en las próximas 24 horas en el norte del país, lo que podría favorecer también a zonas críticas como Chaco. “El ingreso de una circulación más húmeda a través del norte de Uruguay, Corrientes y Entre Ríos se está concretando. Esto posibilitará precipitaciones con un despliegue más generalizado y de mayor cobertura en el norte de la región pampeana”, indicó.

Por otro lado, el analista advirtió que, tras estas precipitaciones, los pronósticos indican una semana de estabilidad con temperaturas en aumento, sobre todo hacia el fin de semana, lo que podría generar un nuevo desafío para los cultivos. No obstante, las lluvias recientes son un alivio importante y oportuno para la soja en una campaña que venía muy complicada en la región núcleo.