Capital privado: el club más codiciado de Wall Street abre sus puertas
Capital privado: el club más codiciado de Wall Street abre sus puertas

“Jamás querría unirme a un club que me aceptara como miembro”, dijo el comediante Groucho Marx. El cada vez más saturado sector de capital privado debería considerar un enfoque similar.

El exclusivo círculo del capital privado está perdiendo parte de su brillo. La semana pasada, el presidente Donald Trump abrió la puerta para que los planes de ahorro para la jubilación de EE.UU., conocidos como 401k, puedan invertir en activos alternativos como fondos de compra apalancada de empresas y criptomonedas.

Al mismo tiempo, los grandes gestores de capital privado estuvieron ampliando sus productos minoristas -conocidos como fondos “evergreen”-, que inicialmente estaban dirigidos a personas con alto patrimonio y ahora se están volviendo aún más accesibles. Según PitchBook, existen alrededor de 400 fondos evergreen de capital privado en EE.UU., que en conjunto gestionan 400.000 millones de dólares. Cada año, un par de decenas de nuevos fondos se lanzan en distintas estrategias de capital privado.

Alerta en Wall Street: tras los aranceles de Trump, se conoció el dato de la inflación en EE.UU.

Trump rompe el bloqueo y permite a Nvidia vender chips de IA a China bajo una nueva condición

Los grandes gestores de capital privado estuvieron ampliando sus productos minoristas, que inicialmente estaban dirigidos a personas con alto patrimonio. Foto: Archivo.

Ahora surge la pregunta de cómo los gestores pueden manejar capital proveniente de diferentes fuentes que tienen expectativas distintas de rentabilidad y liquidez. Los fondos evergreen recaudan dinero de manera continua de los inversores y permiten rescates periódicos. Los vehículos institucionales de “drawdown” tienen una vida útil de entre siete y diez años, con la mayor parte del efectivo devuelto al final.

El Financial Times informó la semana pasada que KKR, una de las mayores firmas globales de inversión y capital privado con sede en Nueva York, había ajustado sus términos con los socios limitados tradicionales, como fondos de pensiones y dotaciones universitarias, para permitir una mayor participación de fondos minoristas en sus vehículos de compra apalancada.

El año pasado, un ejecutivo de KKR afirmó que estos pequeños inversores obtenían un trato de alto nivel: “No están recibiendo las sobras; están sentados junto a nuestros clientes institucionales”.

No debería sorprender que quienes ya habían pasado la cuerda de terciopelo se sientan un poco menos apreciados con la llegada de nuevos miembros. Aun así, incluso para los inversores institucionales existe una sección VIP que ofrece un trato especial. Los jugadores más grandes, como los fondos soberanos, suelen firmar las llamadas “cartas paralelas” (side letters), que les otorgan mejores condiciones en comisiones y otros acuerdos económicos.

Los patrocinadores están acostumbrados a gestionar este tipo de tensiones y complejidad, normalmente añadiendo más ingeniería financiera. Vehículos de continuación, préstamos sobre el valor liquidativo (NAV loans) y la compraventa secundaria de participaciones de socios limitados pueden facilitar la entrada y salida de nuevos inversores en un fondo.

El capital minorista e institucional debería coincidir en un punto: el escepticismo hacia los patrocinadores de capital privado. Incluso en los fondos evergreen más baratos, las comisiones de gestión y rendimiento suelen situarse en torno a 1 a 2 puntos y 10 a 15 puntos, respectivamente.

Además, los gestores de capital privado -especialmente los que cotizan en bolsa– están motivados para recaudar cada vez más dinero de todo tipo de fuentes de capital con el fin de maximizar sus comisiones de gestión. Esto puede no ser lo ideal para los inversores: un exceso de dinero persiguiendo oportunidades puede reducir la rentabilidad de las operaciones. Históricamente, los fondos de capital privado buscaban retornos del 25%, pero ahora están dispuestos a aceptar entre el 15% y el 20%.

Hasta ahora, el capital privado ha logrado convencer a todo tipo de inversores de que su producto es un componente necesario de las carteras equilibradas. Pero lograr que las personas sigan siendo miembros de un club en rápida expansión es la próxima tarea difícil.