Parecen tiempos lejanos. Pero en enero de este año, durante su paso por la Cumbre de Davos, el presidente Javier Milei especulaba en una entrevista con Bloomberg con la chance de que si estiraba la negociación con el FMI, podía acordarse con fondos de inversión la obtención de parte de los fondos necesarios para salir del cepo.
Pero el desembarco de Donald Trump en la Casa Blanca, con su guerra comercial a cuestas, complicó el horizonte de los mercados. Revivió el temor a la inflación en EE.UU. y eso trajo aparejado una menor probabilidad de que la Fed baje la tasa. Los fondos privados que esperaba captar la Argentina, en consecuencia, quedaron más lejos. La buena racha de los emergentes se cortó.
Hace dos semanas, en otra entrevista, Milei aseguró que al acuerdo le faltaba “el moño”. Relativizó la posibilidad de que haya una rápida salida del cepo, pero se animó a decir que entraríamos al 2026 sin restricciones cambiarias.
El pasado viernes 14 apareció el fatídico tuit sobre LIBRA. Y desde entonces el panorama se puso más áspero. El temor inicial de los inversores sobre un posible impacto en el gobierno de Milei fue inevitable. Pero cabe reconocer que se diluyó con el correr de los días. El bloqueo a la comisión investigadora del Senado, junto al éxito político que representó la suspensión de las PASO, aportó calma. La expectativa pasa ahora por esperar novedades del frente judicial, tanto a nivel local como en Estados Unidos.

Javier Milei
Lo que se nota es que el acuerdo con el FMI es la única novedad que puede dispersar las sombras que hoy hay sobre los activos argentinos. La ansiedad es palpable y por eso Luis Caputo acompañó al Presidente a EE.UU. El resultado de sus viajes no estuvo nada mal. La foto de la motosierra regalada a Elon Musk no fue noticia en los medios americanos, pero si la cálida recepción de Kristalina Georgieva en su oficina el jueves y los nuevos elogios de Trump del sábado, en el marco de la Conferencia de Acción Política Conservadora.
Caputo tuvo lo suyo y aportó un broche destacable. El domingo habló con Scot Bessent, el secretario del Tesoro estadounidense. El ministro necesita que, en instancias de definición, los principales accionistas del Fondo no se pongan exquisitos con la Argentina. Esa conversación la tendrá Santiago Bausili, presidente del BCRA, que asistirá desde hoy a la reunión del G20 en Sudáfrica.
El horizonte de un acuerdo ahora es abril. El gobierno evalúa sacrificar el dólar blend en pos de un nuevo régimen cambiario (flotación con bandas), pero antes le vendría bien conseguir más dólares del agro. Los exportadores podrían quedarse con un tipo de cambio neto menor si no aprovechan este período de dólar soja con menos retenciones. A menos que consigan que la baja sea prorrogada. Hay algunos mensajes que la prudencia evita exponer. Pero la negociación avanza.