Luego de su presentación en Comodoro PY, el expresidente Alberto Fernández volvió a rechazar las acusaciones por violencia de género de su expareja Fabiola Yáñez y aseguró que tiene una adicción con el alcohol.
“En mi vida hice algo parecido a eso, quien me conoce sabe. No sé cómo pasó. Son esas cosas que ocurren casi mágicamente por imperio de lo mediático, pero yo pasé de ser un tibio a un agresor. No tengo la menor idea como ocurrió. La verdad es que no tiene nada que ver con mi conducta”, afirmó en diálogo con Perfil.
Bajo su argumento, luego de haber sido denunciado y señalado por golpear a Fabiola mientras cursaba el embarazo de su hijo menor, Francisco, el exmandatario respondió: “¿Cómo voy a patearla en el piso? Yo estuve 18 años casado con la mamá de Tani (Estanislao, su primer hijo), y estuve 11, 12 años con Vilma. Hasta el día de hoy tengo un vínculo espléndido con las dos”.
No obstante, el extitular del Partido Justicialista (PJ) agregó: “No hay una amiga de ella que diga que alguna vez Fabiola le habló de este tema. La familia de ella dice que Fabiola nunca le habló de este tema. No hay un médico que haya dicho que alguna vez la atendió. No hay un psicólogo”.
Entrevista a Alberto Fernández: cómo era la convivencia con Fabiola Yáñez
Al mudarse a la Quinta de Olivos, Fernández calificó la convivencia como “buena, con problemas, con dificultades, porque esas dificultades de salud que Fabiola atravesaba, y atraviesa, son problemas que hacen muy difícil la vida para el que acompaña”.
Asimismo, consideró que la foto en del cumpleaños de Yáñez, cuya reunión se produjo en medio de la cuarentena obligatoria por la pandemia del coronavirus, fue el “quiebre de la relación”.
En un tono nostálgico, el expresidente recordó: “La quise mucho a Fabiola, y la verdad, una de las cosas que más me apena de todo esto es que yo sé que he sido la persona que más trató de ayudarla en estos temas. La quise mucho, no voy a negarlo”.
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Alberto Fernández se diferenció de las acusaciones de su expareja, quien lo denunció ante la Justicia
Consultado sobre cuál es el problema que padece su expareja, respondió que se siente afectada por el alcoholismo. “En una de sus etapas se pone muy violenta, insulta, dice cosas gravísimas y después se pone violenta físicamente. Lo que yo hacía era esquivar eso, pero no era que yo la estaba agarrando”, aseguró.
A pesar de los golpes que denunció la experiodista, visibles en las fotos que presentó ante la Justicia, Alberto Fernández tomó distancia de las acusaciones y sostuvo que solo intentaba “agarrarle las muñecas para que no revoleara los brazos, y después generalmente se desmoronaba y entraba en un proceso de angustia muy profunda”.
En una posición a la defensiva, explicó: “Lo que sí es llamativo del golpe en la axila, primero que es muy difícil zamarrear a alguien a esa altura, sinceramente. Generalmente, se zamarrea a alguien, calculo yo, a la altura de los codos. Y si uno lee la historia clínica de Ineco, una de las observaciones que hay es que ella, después de tomar, suele caerse en las bañeras. Para despabilarse trata de bañarse, y suele caer en la bañera, y se cayó muchas veces en las bañeras”.
Alberto Fernández criticó al juez Julián Ercolini y al fiscal Ramiro González
En otra parte de la entrevista, el exmandatario volvió a cuestionar al juez Julián Ercolini, quien lo investiga en la causa por violencia de género. “Tuve circunstancias de mucha amistad y circunstancias de profunda enemistad (con Ercolini), que es lo que tenemos hoy en día. Y por más que él lo niegue, esto es público y notorio. Lo sabe todo el mundo”, expresó.
Además, también dio a conocer los motivos por los cuales no respondió las preguntas del fiscal Ramiro González: “Es una persona que representa a la sociedad. Él debe cumplir con mandatos que tienen que ver con la objetividad y la equidistancia entre las partes. O sea, un fiscal no puede desatender las pruebas que benefician al acusado. Este fiscal es un fiscal que no está en condiciones éticas de juzgar ni de involucrarse en este caso”, remarcó.
Y cerró: “No creo en la imparcialidad del juez y creo que el fiscal, a su vez, ha usado esta causa para tapar problemas propios que tiene en su familia, o para limpiar su imagen por problemas que ha tenido en su familia”.