Con la asunción de Mario Lugones como ministro de Salud, la gestión de Javier Milei apunta a que el año próximo se consoliden las medidas para “eficientizar” el uso de los recursos públicos y de descentralizar las políticas sanitarias a los distritos subnacionales. “Nuestra línea rectora es que, así como la educación es provincial la salud también debería serlo”, afirmó una alta fuente consultada sobre los planes del Ministerio el año próximo.

El proyecto de Presupuesto 2025 no revela que se vayan a transferir instituciones o atribuciones a los distritos subnacionales antes de fin de año. Pero esperan que sea algo que se pueda concretar en el largo plazo. Ejemplo de ello son varios de los hospitales que cuentan con una participación mayoritaria del Estado Nacional, tal y como publicó El Cronista semanas atrás.

La Casa Rosada demostró que está dispuesta a quitarse responsabilidades de encima, tanto para reducir el gasto como por una cuestión idiosincrática: la de que el Estado Nacional está hipertrofiado, según buscan explicar desde el gabinete ministerial.

Durante la mitad de año se avanzó con las transferencias de obras públicas a 22 jurisdicciones provinciales. Las únicas que no firmaron fueron Buenos Aires y La Pampa.

El Estado Nacional tiene bajo su órbita la red de hospitales SAMIC (Servicio de Atención Médica Integral para la Comunidad). Esta está comprendida por siete instituciones en total: el Hospital Garrahan, el Hospital El Cruce, el Hospital de Cuenca Alta, el Hospital René Favaloro, el Hospital Presidente Néstor Kirchner, el Hospital de Alta Complejidad del Bicentenario Esteban Echeverría y el Hospital de Alta Complejidad “El Calafate”.

El Hospital El Cruce, uno de los que tiene mayores deudas de parte de la provincia de Buenos Aires

El primero está ubicado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el segundo en la provincia de Santa Cruz y los demás cinco en la provincia de Buenos Aires. Por el momento no hay ofertas concretas para que sean trasladados ni mayores gestiones del gobierno nacional por despegarse de ellas.

El nuevo eje del conflicto por los hospitales nacionales  

A pesar de que no habrá traspaso (no al menos en el corto o mediano plazo), en el Gobierno Nacional no piensan mejorar los fondos reales más allá de lo que fueron proyectados para el Presupuesto 2025.

Se trata de uno de los puntos principales a los que los bloques opositores iban a reclamarle a la virtual viceministra de Salud, Cecilia Loccisano, que iba a exponer en las comisiones de Salud y Presupuesto y Hacienda este jueves en el Anexo de la Cámara de Diputados. Esa audiencia finalmente se canceló ayer, sin fecha de reprogramación.

Cecilia Loccisano, mano derecha de Mario Lugones en el Ministerio de Salud

La secretaria de Gestión Administrativa iba a explicar que no habrá un incremento sustancial en esas partidas por una única fundamental: que el Estado Nacional envió los fondos presupuestados a los hospitales y que, por el contrario, las respectivas jurisdicciones provinciales donde están ubicadas no habían hecho ninguna erogación.

Los hospitales englobados en el SAMIC tienen una participación mayoritaria del Estado Nacional y una minoritaria de las provincias (solo en tres casos hay municipios involucrados -en El Calafate, el Favaloro y el Néstor Kirchner-).

Según datos a los que tuvo acceso El Cronista, la deuda que las provincias no transfirieron a los hospitales entre 2016 y 2023 asciende a los $ 208.519 millones. En lo que refiere a este año, los hospitales deberían recibir $ 119.915 millones para que no haya deudas: una parte de esto lo componen pagos adeudados y otra parte erogaciones futuras.

Por un lado, la CABA debe pagar $ 21.391 millones antes de fin de año. El Presupuesto porteño para ese segmento es de $39.386 millones y hasta fines de septiembre transfirieron $17.994 millones. En Nación le reconocen que hay una voluntad de pago.

Los apuntados por el Ministerio de Salud son otros. En particular, la provincia de Buenos Aires acumula deudas en los pagos que vienen de gestiones de distinto signo político. Los cálculos apuntan a que hay deudas (por la medición entre 2016 y 2023) por $ 179.739 millones.

En lo que respecta al 2024, las transferencias que la PBA debería terminar de hacer para sus cinco hospitales nacionales es de $ 89.689 millones. Al que más fondos se le adeuda es El Cruce, con $ 47.678 millones. El Hospital del Bicentenario Esteban Echeverría le faltan transferencias por $ 19.997 millones y al Cuenca Alta por $ 12.966 millones.

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Al contrario de lo que sucede con la Ciudad, desde el entorno de Lugones acusan que no esperan que haya transferencias del Ministerio de Salud bonaerense para fin de año. “La deuda acumulada durante la gestión de Axel Kicillof alcanza los $217 mil millones, lo que representa el 79,4% (casi 80%) de la deuda total”, afirman.

El Cronista se contactó con la cartera sanitaria provincial -a cargo de Nicolás Kreplak- para obtener sus versiones del caso, pero no obtuvo respuesta.

En líneas generales, El Estado Nacional tiene una responsabilidad financiera con los hospitales de entre 80 y 70 por ciento. En años anteriores el aporte nacional era menor. En 2017 se acordó que la CABA dejaría de cubrir el 50% de los gastos del Garrahan y pasaría al 20%. Otro caso es el del Hospital El Cruce, que Nación se elevó las transferencias de 70 a 80 por ciento en 2022.  

La provincia de Santa Cruz también aparece como otro de los deudores con $ 8.836 millones de pesos. Este es uno de los casos particulares en los que hay un distrito municipal involucrado en los aportes: la intendencia de El Calafate debe prestar el 5% del financiamiento.

Por Prensa Pura Digital

DIARIO DE VILLA LA ANGOSTURA Y REGIÓN DE LOS LAGOS. NEUQUÉN.