En la Secretaría de Trabajo de la Nación consideran que el empleo registrado privado comenzó a tomar una senda creciente que no frenará hasta fin de año. Según cifras oficiales a las que tuvo acceso El Cronista, los asalariados privados crecieron en agosto (0,1%) y en septiembre (0,2%) después de un período contractivo de once meses.
“Creemos que estamos en un punto de inflexión”, afirmó en diálogo con El Cronista el secretario de Trabajo, Julio Cordero. Según su cartera, el trabajo asalariado privado comenzó a marcar una senda positiva por dos razones: “Una es la confianza en el plan económica, y la otra es la Ley Bases y la reglamentación del apartado laboral, ambas contribuyeron”.
Los datos de empleo surgen del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) y de la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL), que hace la Secretaría todos los meses. A pesar de que estos registros no tienen carácter predictivo, en la cartera de Cordero afirman que “están dadas las condiciones para que sigan creciendo esas cifras por todo lo que resta del año”.
El dato de septiembre implica que se crearon entre 4000 y 5000 puestos de trabajo privado. Esto obedece al crecimiento en tres sectores principales, los cuales tienen una incidencia alta en el universo de trabajadores registrados: Construcción, Industria y Comercio. El primero de estos -que creció un 0,3%- fue el que más volumen aportó.
Particularmente, el rubro de la construcción es uno de los que más se vio afectado por la contracción económica de los últimos meses. El Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (IERIC), marca en su medición de agosto que hay una contracción del 21,6% respecto al año pasado y de 19,5% en los primeros meses de 2024.
El secretario general de la UOCRA, Germán Martínez, es uno de los sindicalistas con los que el Gobierno Nacional mantiene más diálogo. En particular, Javier Milei se inspiró en su modelo de seguro de desempleo para impulsarlo en su reforma laboral de la Ley Bases.
En un diálogo con diversos medios ayer en el Casa Patria, en donde operan las oficinas de Sandra Pettovello, Cordero hizo un guiño al sindicalismo al decir que la gran mayoría “se portó bien” al negociar las pautas paritarias en línea con la variación inflacionaria. “Solo unos pocos hicieron otras cosas, pero los demás tomaron posiciones responsables y explica por qué se generó esa confianza”.
La mesa tripartita entre el Gobierno Nacional, la CGT y los entes empresarios se encuentra estancada. Las otras dos ocasiones en las que se había planificado una audiencia las terminaron cancelando desde la central obrera. La última se iba a ser a fines de octubre, pero se pospuso en el marco de una latente conflictividad en el ámbito gremial y social tras el anuncio de cierre de la AFIP y la privatización de la empresa Belgrano Cargas.
Desde la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social no perciben de manera negativa el crecimiento del monotributo dentro de los regímenes de trabajo registrado. “Era algo que para la OIT [Organización Internacional del Trabajo] antes estaba mal visto, pero ahora es bien ponderado. Nosotros también tenemos esa misma visión”, afirman.
“La tendencia generacional apunta a la autonomía de las relaciones del trabajo”, indicó Cordero, mayormente vinculado a la franja de los jóvenes. Incluso, volvió al caso de la construcción para decir que la mitad de los trabajadores de ese rubro tiene un régimen de empleo asalariado y la otra de monotributistas.
Los datos mantienen una correlación con la intención del Gobierno por proteger ese régimen y las nuevas dinámicas aludidas por Cordero. Al observarse la evolución del tipo de trabajos registrados entre los jóvenes, comenzó a haber un quiebre entre 2019 y 2020 que desembocó que en los últimos dos años se llegue a que un 16% (en 2022) y 14% de los primeros empleos sean con monotributo.
En lo que refiere al salario de estos trabajadores, en el área laboral describen que durante septiembre el poder adquisitivo y del promedio de las remuneraciones acordadas en los convenios colectivos de trabajo presentaron “dinámicas moderadamente divergentes”.
No obstante, cuando se analiza la evolución de los dos indicadores durante el período comprendido entre noviembre de 2023 y septiembre de 2024, se advierte una misma conclusión, la capacidad de compra del salario medio creció sensiblemente desde diciembre de 2023, a pesar de que aún se encuentra por debajo del nivel observado en noviembre del año pasado.