Pese al leve rebote del Riesgo País este miércoles y jueves, el indicador que marca la confianza en la solvencia de deuda de la Argentina se mantiene por debajo de la barrera de los 1000 puntos que rompió hace pocos días.
En este escenario, un informe publicado la semana pasada por Econviews, la consultora a cargo de Miguel Kiguel, reforzó sus proyecciones de un indicador en torno a los 800 puntos para fin de año y marcó un dato clave para sostener esto.
Se trata del porcentaje de deuda neta sobre el PBI: en la Argentina, este número “no es elevado”, ya que supone un 36% del Producto Bruto contra un 60% de Brasil, un 52% de Uruguay o un 45% de Colombia, “todos países con niveles de Riesgo País por debajo de los 400 puntos”.
En base a esto, Kiguel y su equipo sostienen sus proyecciones optimistas de inicio de año y esperan que el índice alcance los 800 puntos en diciembre: “Si la mano sigue así, es posible que la peguemos”, festeja el informe publicado el pasado 26 de octubre.
Además de este número clave, el análisis de Kiguel también destaca otros puntos por los cuales el Riesgo País baja en la Argentina y hace que los bonos estén “de fiesta”: su mirada.
Riesgo País: los 3 datos clave que mira el mercado para confiar en que seguirá bajando, según Miguel Kiguel
En su último informe semanal, la consultora Econviews enumeró las razones por las que baja el Riesgo País y por las que creen que continuará cayendo hasta los 800 puntos para fin de año.
En general, esto se debe a una mayor confianza de los mercados en el plan económico del Gobierno, con un “programa que se va consolidando” y que va camino a la apertura del cepo cambiario, aunque el misterio actual es cuándo ocurrirá esto.
Ya en particular, el informe enumera tres puntos clave para entender la posible evolución del Riesgo País en los próximos meses y por qué esta vez puede ser diferente.
1. El compromiso del Gobierno para mantener el déficit cero
Históricamente, el déficit fiscal “crónico y elevado” que la Argentina sostuvo durante años es el principal problema que afecta al Riesgo País debido a que siempre “generó dudas sobre la solvencia del país y su capacidad de pago”.
Sin embargo, cada vez más los mercados internacionales comienzan a creer que “este es un tema superado hoy” ya que, tras nueve meses de superávit, “el Gobierno muestra un enorme compromiso con mantener el déficit cero”.
2. Las reservas internacionales y el “prontuario” argentino
“En segundo lugar, el hecho de que la mayor parte de la deuda está en dólares, hace que los inversores miren con lupa la evolución de las reservas internacionales”, señala el informe de Kiguel. Por ende, “cuando estas flaquean, como es el caso ahora, castiga al Riesgo País”.
A esto se le suma el “prontuario” negativo argentino “en la memoria de los inversores”, el cual detalla Econviews:
- “El Congreso festejó el default en el 2001;
- el maltrato de los Kirchner en la reestructuración de la deuda;
- el reperfilamiento de la deuda en pesos que hizo el gobierno de Macri, y;
- la incompetente reestructuración que hizo Guzmán en el 2020″
Ahora, sin embargo, la impresión del mercado es que el Gobierno “entiende este problema y no le quiere agregar una mancha más al tigre”, lo que aumenta la confianza.
3. El rol del FMI
Finalmente, el Fondo Monetario Internacional (FMI) venía jugando en contra de la Argentina en los últimos años al dejar trascender más de una vez en reuniones de inversores “que ellos son un acreedor privilegiado y que, en aras de cobrar primero, le podrían pedir a la Argentina otra reestructuración de la deuda con los privados”, incluyendo incluso la deuda en pesos.
Pero, ahora, parece ser que la entidad a cargo de Kristalina Georgieva modificó esta postura a raíz de la política fiscal de la gestión de Milei.
“El FMI está entendiendo que la mejor forma de poder ir cobrando y reducir su exposición a la Argentina es que el país recupere el acceso a los mercados”, explican desde la consultora. Y agregan: “Para eso necesita darle más seguridades a los inversores de que no va a exigir una reestructuración, a menos que sea indispensable”.
Este último punto también resulta esencial para que el mercado se convenza de que los vencimientos del 2025 van a ser honrados, ya que “prácticamente no hay dudas de que los dólares aparecerán”.
“El equipo económico es muy hábil para captar fondos”, destaca Econviews, y menciona los mecanismos en carpeta de Caputo:
- un REPO con bancos privados en ciernes;
- financiamiento del BID y el Banco Mundial;
- un posible canje por los bonos más cortos;
- la posibilidad de un nuevo programa con fondos frescos con el FMI (posiblemente después de las elecciones en Estados Unidos);
- e incluso algún aporte de China.
Todos estos elementos permiten que el programa económico se vaya “consolidando”, mientras que “los inversores confían en que la salida del cepo será como máximo después de las elecciones legislativas del 2025”.
“El precio de los bonos todavía refleja que el camino tiene riesgos, pero la salida del cepo puede ser el catalizador final para que el riesgo país eventualmente baje hasta niveles cercanos a 600 puntos y Argentina pueda salir a los mercados de nuevo”, concluye en este sentido Econviews.