Hospital del Niño, el nosocomio líder en atención especializada para niños y adolescentes: un vistazo a su historia

En el corazón de Lima, una institución médica se ha ido transformando y adaptando a las necesidades de la población infantil peruana durante casi un siglo. El Instituto Nacional de Salud del Niño – San Borja (INSN SB) celebra otro aniversario, recordándonos su significativo impacto en la medicina pediátrica del país. Desde su fundación, su historia es un testimonio de esfuerzo colectivo, innovación y enfoque en la especialización médica destinada a proteger la salud de los más jóvenes.

La fundación del Hospital del Niño en 1929 no fue un evento fortuito, sino la respuesta a una necesidad emergente. Cuando Lima experimentó un crecimiento poblacional a inicios del siglo XX, surgió la urgente necesidad de un hospital dedicado exclusivamente a los menores. La resolución suprema de 1923 fue la primera piedra en el camino para crear lo que se convertiría en el primer hospital pediátrico de la capital.

Fundación y primeros pasos

En 1923, la emergente necesidad de un hospital dedicado exclusivamente a la atención infantil en Lima llevó a la formación de una comisión liderada por destacados médicos y figuras sociales, como Francisco Graña, Gonzalo Carvajal y Juana Alarco de Dammert. Se instauró esta comisión mediante una resolución suprema, encargada de concretar los cimientos del Hospital del Niño. Desde el comienzo, se buscó combinar esfuerzos entre el gobierno y la sociedad civil para superar los desafíos logísticos y financieros inherentes a la construcción del hospital.

Este nosocomio es líder en atención especializada para niños y adolescentes.
(Andina)

Con el fin de financiar la obra, se promulgó la Ley N° 4347, la cual establecía un impuesto sobre la venta de cerveza. De esta manera, se recaudaron fondos suficientes para la construcción del nosocomio. No obstante, la expectativa de recaudación era más optimista que la realidad; los fondos inicialmente reunidos no fueron suficientes, retrasando el avance del proyecto. Esta carencia impulsó al gobierno a promulgar la Ley N° 5070, que permitió la adquisición de terrenos adicionales, solidificando las bases para la construcción.

Finalmente, después de varios años de preparación, el lugar designado para el hospital fue el solar de la antigua clínica Pasteur. Esta ubicación estratégica en el centro de Lima facilitó el acceso a recursos y personal necesarios para llevar adelante la construcción, que avanzó significativamente durante el segundo semestre de 1929. Fue entonces cuando la gran obra estuvo lista para su inauguración, planificada estratégicamente para coincidir con el aniversario de la independencia nacional.

Inauguración y expansión

El 1 de noviembre de 1929 marcó un hito importante con la inauguración del Hospital del Niño, bajo la denominación de Julia Swayne de Leguía. La ceremonia de apertura simbolizó el resultado exitoso de años de esfuerzos coordinados entre el Estado y colaboraciones privadas. El doctor Carlos F. Krumdieck Evein fue designado para liderar el nuevo centro de salud, asumiendo el reto de equiparlo y contratar personal calificado para iniciar las operaciones médicas.

La fundación del Hospital del Niño en 1929 no fue un evento fortuito.
(El Comercio)Con el inicio de sus actividades en enero de 1930, el hospital rápidamente se desarrolló como un pilar de la atención médica infantil en Lima. Al principio, sus servicios incluían consultorios externos dedicados a distintas especialidades como cirugía, medicina interna y oftalmología. Esta primera fase de expansión fue crucial para posicionar al hospital como referente en atención especializada para niños y adolescentes.

A lo largo de los años, el hospital continuó creciendo tanto en infraestructura como en servicios. En 1935, la institución dio un paso significativo al instalar la escuela de pediatría, lo que fortaleció su reputación como centro de formación médica especializada. En la década de los 40, su integración a la recién formada Federación Médica Peruana asentó su posición como líder en investigación médica y atención pediátrica en el país.

Innovación y el camino al Instituto Nacional de Salud del Niño

La transformación del Hospital del Niño en el Instituto Nacional de Salud del Niño fue un proceso reflejo de su compromiso continuo con la innovación y la excelencia en atención médica pediátrica. Durante las décadas de 1980 y 1990, el instituto adoptó políticas progresistas, instaurando programas de medicina preventiva y campañas extramuros, los cuales llevaron servicios de salud a comunidades remotas, dispersando así la atención más allá de las murallas del hospital.

El Instituto Nacional de Salud del Niño queda en San Borja.

En esta etapa moderna, el INSN se enfocó en incrementar sus capacidades tecnológicas y de investigación. Se crearon y ampliaron áreas especializadas como la Unidad de Cirugía y el Banco de Tejidos, consolidando su rol pionero en la región. Esto fue posible gracias a las actualizaciones en equipo médico y la capacitación constante de su personal, que han llevado al hospital a ser reconocido a nivel internacional por su excelencia en procedimientos médicos pediátricos.

El presente del Instituto Nacional de Salud del Niño refleja su rica historia de adaptación y avance. Con más de 500 camas, servicios de diagnóstico y tratamiento, y un enfoque continuo en la investigación de patologías pediátricas, la institución se mantiene como un líder en atención médica especializada para menores, respondiendo a los retos contemporáneos de salud con la misma visión de innovación y servicio que en sus inicios.

Por Prensa Pura Digital

DIARIO DE VILLA LA ANGOSTURA Y REGIÓN DE LOS LAGOS. NEUQUÉN.