Con medida de reclusión en establecimiento carcelario, tras la determinación que tomó el Juzgado 14 Penal Municipal, uno de los dos docentes involucrados en un presunto caso de abuso sexual a una menor de edad permanecerá tras las rejas, tras un caso que se presentó en el municipio de Pueblo Bello (Cesar).
El caso, que se presentó el el jueves 29 de agosto de 2024 en el hotel Pueblito Arhuaco, provocó la indignación de los madres y padres de familia que, confiados en que sus hijas quedaban en buenas manos, no vieron problema en dejarlas asistir a un encuentro de juegos intercolegiados (Juegos Supérate), y en una de las habitaciones del hotel Pueblito Arhuaco, donde se hospedaban las menores, habrían ocurrido los abusos.
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En principio, el medio regional El Pilón dio a conocer los hechos, por el cual quedaron detenidos dos docentes y el hijo de uno de los educadores, quienes fueron acusados luego de la denuncia que los progenitores de seis menores de edad (con edades entre los 13 y 17 años), pertenecientes a la comunidad indígena arhuaca, instauraron ante la Fiscalía General de la Nación.
De acuerdo con la información que se conoció tras la decisión judicial por parte del mismo medio regional, el profesor enviado a la cárcel fue identificado como Levith David Blanco Rangel. Como parte de la audiencia que se llevó a cabo la tarde del miércoles, se revelaron detalles que, tienen aún más indignados a los progenitores de las menores.
Por esto piden que las condenas sean severas tras el daño físico y psicológico que sufrieron las menores por cuenta de los abusos que pusieron en conocimiento de las autoridades.
Durante la entrevista forense que se le hizo a una de las menores indígenas, la adolescente aseguró que el profesor Blanco Rangel, que fue imputado por el delito de acto sexual con incapacidad de resistir, la besó y le hizo tocamientos en sus partes íntimas. Todo esto sin su consentimiento.
“Él me dijo que me iba a llevar a mi habitación, y estando ahí me besó y me tocó. Luego me preguntó si yo estaba borracha y le dije que sí por lo que me dijo que me pusiera la ropa y me fuera”, contó en medio del relato de su testimonio a los investigadores.
Pero esto, según las pesquisas y testimonios de las otras menores (a quien la adolescente también les dio la misma versión), fue producto de una actividad que hicieron los docentes, el hijo de uno de los maestros, y las estudiantes: un juego de preguntas, respuestas y penitencias, conocido como ‘la verdad o se atreve’.
Según el togado, esto fue calificado como “un actuar que traspasa el accionar que un docente debe tener en pro de la protección de sus alumnos”.
Pero en medio de los juegos, los adultos habrían comprado bebidas alcohólicas que les dieron a las menores. Tras conocerse el caso, Óscar Jiménez, personero de Pueblo Bello, expresó en ese momento que en total fueron seenta los adolescentes que asistieron para participar de los Juegos Supérate, y se estaban quedando a dormir en las cabañas en grupos de seis personas.
Este incidente, que salió a la luz el 6 de octubre de 2024, y ha suscitado indignación y rechazo tanto en la ciudadanía como en el ámbito educativo.
Las menores fueron trasladadas desde la zona rural de Pueblo Viejo hasta la cabecera municipal de Pueblo Bello, donde se hospedaron en el Centro de Interpretación de la Cultura, como también se conoce al lugar de hospedaje.
La noticia, que fue inicialmente reportada por medios locales, ha tenido un amplio eco en la opinión pública, generando diversas reacciones y un llamado a la acción por parte de las autoridades competentes. La comunidad arhuaca y los ciudadanos en general exigen que se tomen medidas contundentes para esclarecer los hechos y sancionar a los responsables.
Este incidente pone de relieve la vulnerabilidad de las comunidades indígenas y la necesidad de garantizar su protección, especialmente en contextos educativos donde se espera que los menores estén seguros.
Un hecho “sumamente grave”
En medio de la diligencia judicial, la jueza que lleva el caso, dejó en claro que “la conducta es sumamente grave y se cumple el fin constitucional de protección a la comunidad y el sector poblacional de niños, niñas y adolescentes”.
Sumado a esto la togada indicó que en medio de lo que estaba pasando (el momento de irse a dormir y en estado de embriaguez), las menores “no tenían la comprensión” de la situación. Esto habría sido utilizado en favor de los docentes, y en concreto del hoy encerrado en prisión, para realizar los tocamientos, y por eso se consideró que la medida más idónea frente a lo que se comentó allí, era la medida privativa de la libertad.
“Yo le solicito de manera muy respetuosa que teniendo en cuenta el favor objetivo y subjetivo de la norma de que se le dé la oportunidad a mi prohijado de mantener una medida de aseguramiento consistente en detención prevenida establecida en el artículo 307 literal A numeral 2 en su lugar de residencia”, indicó la defensa del profesor Blanco Rangel, quien pidió la medida de detención domicilaria, alegando que su cliente no tenía antecedentes judiciales y no representa un peligro para la sociedad. Esta solicitud fue negada por la jueza.
Por último, se confirmó que el hijo de este docente también habría tenido relaciones sexuales consentidas con una de las menores, según lo que reveló la audiencia.