El “marranito” de piloncillo, también conocido como “puerquito” o “cochinito”, es uno de los panes dulces más representativos de la panadería mexicana. Su origen se remonta a la época colonial, cuando las técnicas de panadería europea llegaron a México y se fusionaron con ingredientes locales. Este pan, cuya forma característica de chanchito le da su nombre, ha sido destacado recientemente como uno de los favoritos en México, según informó Taste Atlas.
En México, los “puerquitos” son ampliamente reconocidos por su sabor único y su textura que se encuentra entre un pan y una galleta suave. Este equilibrio los convierte en una opción ideal para acompañar bebidas calientes como café o chocolate, especialmente durante el desayuno o la merienda. Además, su tamaño, generalmente más grande que otros panes dulces, los hace una elección popular entre los consumidores.
La receta de los “marranitos” incluye ingredientes básicos como harina de trigo, piloncillo (un tipo de azúcar sin refinar), huevos, mantequilla o manteca, y especias como canela o anís. Para algunos panaderos, es esencial añadir miel de caña o melaza, lo que intensifica su sabor y les otorga una textura más húmeda y suave en comparación con otros postres.
Esta combinación de ingredientes no solo resalta los sabores tradicionales de la panadería mexicana, sino también refleja la influencia de las técnicas europeas adaptadas a los gustos locales.
Esta es la receta más fácil para hacer “puerquitos” de piloncillo caseros
Para poder llevar este delicioso pan tradicional a casa, esta es una propuesta de receta que podría resultar, además de fácil, eficiente.
Ingredientes
500 gramos de harina de trigo
Media cucharadita de bicarbonato de sodio
Una taza de agua
300 gramos de piloncillo
Una raja de canela
Cuatro huevos
250 gramos de manteca
Leche
Preparación paso a paso
El primer paso para preparar los puerquitos de piloncillo consiste en trabajar con los ingredientes secos. Para ello, se deben cernir 500 gramos (17.6 onzas) de harina de trigo, junto con media cucharadita de bicarbonato de sodio en un recipiente amplio. Este procedimiento asegura que la mezcla quede libre de grumos y lista para integrarse con los demás elementos.
Por otro lado, la miel de piloncillo, un componente esencial de esta receta, se elabora calentando una taza de agua con 300 gramos de piloncillo y una raja de canela en una olla a fuego medio-bajo. Durante este proceso, es importante revolver constantemente hasta que el piloncillo se derrita por completo y se obtenga una miel espesa. Una vez lista, se retira la raja de canela y se deja enfriar a temperatura ambiente antes de incorporarla a la masa.
Una vez que los ingredientes secos están listos, se deben añadir tres huevos y 250 gramos de manteca vegetal al recipiente con la harina. La mezcla debe trabajarse con las manos hasta que los ingredientes queden completamente integrados. Posteriormente, se incorpora la miel de piloncillo previamente preparada, lo que da como resultado una masa homogénea con una textura similar a la de las galletas tradicionales.
Una vez formada la masa, se recomienda darle forma de bola y envolverla en plástico de cocina. Este paso es crucial, ya que la masa debe reposar en el refrigerador durante 30 minutos para adquirir una consistencia más firme y facilitar su manejo en los pasos posteriores.
De acuerdo con la receta, el siguiente paso consiste en extender la masa sobre una superficie limpia y ligeramente enharinada. Con la ayuda de un rodillo o incluso una botella de vidrio, se debe aplanar la masa hasta alcanzar un grosor aproximado de un centímetro . Este grosor es clave para que las galletas mantengan su forma durante el horneado.
Para darles la característica forma de cerdito, se utiliza un cortador de galletas con diseño de puerquito. En caso de no contar con uno, se sugiere recortar un molde en papel con la forma deseada o simplemente optar por formas redondas.
Las galletas cortadas deben colocarse en una charola de aluminio previamente engrasada y enharinada, o bien, forrada con papel para hornear. Es importante dejar suficiente espacio entre cada galleta para evitar que se peguen durante el horneado.
Antes de llevar las galletas al horno, se deben barnizar con una mezcla de un huevo batido y una cucharada de leche. Este paso les otorga un acabado brillante y dorado característico. Una vez listas, las galletas se hornean en un horno precalentado a 180 °C (356 °F) durante aproximadamente 15 minutos, o hasta que los bordes y la superficie adquieran un tono dorado.
Tras el horneado, las galletas deben enfriarse completamente antes de ser servidas. Este último paso permite que los puerquitos de piloncillo adquieran la textura adecuada para disfrutarse.
Estos cochinitos de piloncillo son ideales para acompañar una taza de café de olla o un vaso de leche, lo que los convierte en una opción perfecta para disfrutar en familia o con amigos. Esta receta no solo resalta por su sabor, sino también por su conexión con la tradición culinaria mexicana, que continúa siendo un referente en la gastronomía mundial.