(Por Dennis Thompson – HealthDay News) — Las etiquetas de calorías en los menús de los restaurantes están perjudicando a las personas con trastornos de la alimentación, afirma una nueva revisión de las evidencias.
Estas etiquetas están destinadas a hacer que sea más saludable comer en restaurantes, informando a los clientes sobre el contenido calórico de las elecciones de alimentos.
Pero las personas diagnosticadas con trastornos de la alimentación tienden a responder mal cuando se les presenta un menú con etiquetas de calorías, reportaron los investigadores en la edición del 28 de enero de la revista BMJ Public Health.
Las respuestas poco saludables incluyeron evitar los restaurantes por completo, desencadenar pensamientos dañinos asociados con los trastornos alimentarios y obsesionarse con el recuento de calorías.
Algunos dijeron que ver las etiquetas de esos menús en realidad reforzaba las creencias detrás de sus trastornos de la alimentación, añadieron los investigadores.
“Definitivamente ha retrasado mucho mi recuperación y ahora solo me siento seguro comiendo en casa”, dijo un paciente con un trastorno alimentario en uno de los estudios incluidos en la revisión.
“Nuestro estudio resalta que las personas con experiencia vivida con trastornos de la alimentación se sienten frustradas al quedar fuera de la conversación sobre las etiquetas de calorías”, señaló en un comunicado de prensa el investigador sénior, Tom Jewell, profesor de enfermería de salud mental del Colegio del Rey de Londres.
“La epidemia de obesidad ha hecho que los legisladores actúen sin pensar en el impacto en las personas con trastornos de la alimentación”, añadió Jewell.
“Lograr un equilibrio entre los impactos positivos y nocivos de las etiquetas de calorías en los menús es vital en cualquier política de salud pública. Los responsables de la formulación de políticas deben tener en cuenta el impacto tanto en la obesidad como en los trastornos alimentarios a la hora de tomar decisiones sobre el etiquetado nutricional”, aseguró.
Para el análisis, los investigadores revisaron los resultados de 16 estudios anteriores en los que participaron más de 8000 personas.
“Los hallazgos fueron mixtos, pero en su mayoría mostraron impactos negativos de las etiquetas nutricionales fuera del hogar en las personas con experiencia vivida de trastornos alimentarios o alimentación desordenada”, escribieron los investigadores.
Por ejemplo, las personas con trastornos alimentarios eran más propensas a centrarse en las etiquetas de calorías de los menús, incapaces de ignorarlas.
“Me vuelvo hiperconsciente de la idea de las calorías”, dijo un participante. “Me imagino mi cuerpo hinchándose. Me siento sucio”, agregaron.
También se sintieron incómodos cuando las etiquetas provocaron que sus amigos hablaran sobre la dieta.
En un estudio, un participante recordó sentirse incómodo “al tener que pedirle a otras personas en la mesa que dejaran de hablar de las calorías, lo que hace que el resto de la comida sea muy incómodo”, concluyendo que sentían que “la gente preferiría dejar de invitarme a cosas”.
“Por lo general, se enfoca mucho en si las políticas son efectivas para reducir la obesidad, pero también es crítico investigar si estas políticas perjudican inadvertidamente a las personas con trastornos de la alimentación”, señaló en un comunicado de prensa la coautora Nora Trompeter, investigadora del Colegio Universitario de Londres.
“Nuestra revisión también muestra que se necesita más investigación para comprender completamente el impacto de las etiquetas de calorías en los individuos con trastornos alimentarios”, concluyó Tompeter.
Más información: La Universidad de Tufts ofrece más información sobre las etiquetas de calorías de los restaurantes. FUENTE: King’s College London, comunicado de prensa, 28 de enero de 2025.
* Dennis Thompson HealthDay Reporters ©The New York Times 2024