La jornada de votación arrancó temprano, a las 8 de la mañana, y sin mayores inconvenientes en las escuelas que funcionan como centros electorales en Uruguay donde hoy 2,7 millones de personas están habilitadas para votar en cinco elecciones que se dirimen en simultáneo. Si bien la veda obligó a los once candidatos que encabezan las fórmulas a replegarse en las horas previas a reuniones privadas, hasta ayer por la tarde todavía se paseaban autos ondeando las banderas partidarias por las calles de la capital desde donde El Cronista sigue esta jornada histórica de votación.

Por la mañana, la actividad inició temprano para el grueso de los candidatos que salieron a la puerta de su casa, mate y termo en mano, para dialogar con la prensa. El candidato del Partido Blanco, Álvaro Delgado, convidó a los periodistas con escones que había preparado su hija Agustina. Y el frentamplista Yamandu Orsi debió improvisar unos bizcochos -que tuvo que comprar a las apuradas su equipo, dicen- para no ser menos, cuando salió a saludar a la puerta de la casa en Salinas, el departamento de Canelones, donde vive.

Frente a ello, el colorado Andrés Ojeda, que hizo de su cuerpo esculpido un atributo más de su campaña, no esquivó la posibilidad de la chicana, en particular luego del latigazo que le propinó temprano en la jornada José “Pepe” Mujica al deslizar sus dudas sobre el financiamiento de la campaña del candidato colorado, a quien le atribuyen más vínculos con el blanco Lacalle Pou que con su propio partido.

Ojeda apareció en la puerta de su casa en short y remeras y con un plato de panqueques de avena con huevos y polvo proteico en la mano para convidar a los medios. “Como todos les bajan bizcochos, les hacemos contrapunto a una comida de mejor calidad, que les va a rendir más en esta jornada”, bromeó, tras lo cual se dirigió al gimnasio donde terminó haciendo flexiones de brazo con los corresponsales que cubrían su jornada. “Esto es lo más genuino que puedo ser, esta es mi vida real”, se excusó el candidato.

Frente a una campaña apática que solo se encendió en Montevideo en las últimas semanas, donde se concentra el 40% del padrón, los asesores de imagen de cada uno de los candidatos hicieron esfuerzos para humanizarlos y generar cierta empatía. Y eso fue desde los spots inéditos de Ojeda boxeando que no pasaron desapercibidos, hasta las cábalas -Orsi con la boina de su padre fallecido- y vivencias compartidas -Delgado, que es veterinario de formación, compartió la pena por su perro “compañero de toda la vida” que murió la última semana- en los contactos con la prensa.

Cuándo se conocerán los resultados electorales

En los 19 departamentos en los que se divide Uruguay hay circuitos urbanos y rurales.  La votación arrancó a las 8 de la mañana y se extenderá hasta las 19:30, aunque las personas que se encuentren dentro de los locales de votación podrán permanecer hasta completar el proceso. De hecho, al mediodía se registraban largas esperas en algunas escuelas aunque la afluencia de los llamados “votantes Buquebus” no había sido mayor a lo habitual, según consignó el empresario Juan Carlos López Mena. Las autoridades electorales, los primeros resultados oficiales se esperan recién para la medianoche. 

De acuerdo a la información oficial, son más de 3.000 los funcionarios destinados a los dispositivos de seguridad y festejos y se estima que unos 2.700 se dedicarán específicamente al proceso electoral de custodia y traslado de las 2.195 urnas en todo el país, el 70% de ellos pertenecientes a las fuerzas armadas y el resto a la Policía.

En total, son 11 las fórmulas que compiten por las Presidencia aunque la atención se concentra en las tres fuerzas tradicionales del Uruguay.  Son los binomios del Frente Amplio (Yamandú Orsi-Carolina Cosse), el Partido Nacional o Blanco (Álvaro Delgado-Valeria Ripoll) y el Partido Colorado (Andrés Ojeda-Robert Silva)

Qué se vota en Uruguay: cinco elecciones en simultáneo

En las elecciones del 27 de octubre de 2024, Uruguay define cinco decisiones en simultáneo: dos de ellas para escoger a sus representantes al Ejecutivo y el Legislativo nacional, una para las Juntas electorales y finalmente dos plebiscitos sobre reformas a la Constitución en lo que refiere a la seguridad y las jubilaciones. En todos los casos deberán introducir las boletas y papeletas -en caso de que sea un voto afirmativo por los plebiscitos- dentro del mismo sobre.

En primer lugar, se define el próximo binomio a la Presidencia para el período de cinco años que arranca el 1 de marzo de 2025 hasta el 1 de marzo de 2030. Acorde a la Constitución de Uruguay, el jefe de Estado no tiene reelección inmediata, aunque sí puede volver a competir pasada un período en el medio. Fue lo que sucedió con el frenteamplista Tabaré Vázquez que alternó un período, el de Mujica (2010-2015), y volvió a competir y ganar para el quinquenio 2015-2020. 

El dato no es menor porque el actual mandatario, Luis Lacalle Pou (Blanco), era el mejor posicionado para tomar la posta en nombre de su partido y de la Coalición multicolor de estar validado para hacerlo. En vez de ello, encabeza la lista de senadores desde donde podría convertirse eventualmente en el jefe de la oposición si ganara el Frente Amplio o desde donde buscará mantenerse competitivo -comentan en su partido- para ser una opción de recambio en cinco años para la Coalición. 

Dato: solo el Frente Amplio revalidó con una misma figura en el poder con un período de por medio y la apuesta de Delgado es ser el primer blanco en recibir la banda presidencial de otro miembro del partido.

Para conquistar la Presidencia en primera vuelta, se necesita el 50% más uno de los votos que ninguna fórmula lograba cosechar en los sondeos previos. Mientras el Frente Amplio se estancó en un piso alto luego de las primarias, los Blancos vieron caer su intención de voto y los Colorados catapultarse de la mano de un candidato que se presentó como lo “nuevo” dentro de la fuerza tradicional, Andrés Ojeda, apalancándose desde las redes sociales para construir la imagen de un liderazgo ágil y de renovación de la mano del asesor español Aleix Sanmartín, parte de la tercera camada internacional de publicistas modernos.

En caso de que ninguno de ellos alcance el 50% más uno, el artículo 151 de la Constitución fija que la segunda vuelta o balotaje “se celebrará el último domingo del mes de noviembre del mismo año”, tal cual lo establecido en la reforma de la Carta Magna de 1996. Esto sería el 24 de noviembre donde solo competirían dos boletas presidenciales, las de las fuerzas más votadas en esta jornada. 

En simultáneo, se elegirán las autoridades de las Juntas Electorales Departamentales y los integrantes del Poder Legislativo, es decir, las 99 bancas de la Cámara de Representantes (Diputados) y las 30 del Senado, que asumen en funciones un mes antes que el próximo Presidente, en febrero de 2025.  

Las tres elecciones se dirimen en una misma boleta donde figuran los nombres de los postulantes para las cuatro categorías, por lo cual la votación es por lista completa. Sí hay sublemas que compiten dentro de cada fuerza, con diferentes composiciones para el Legislativo y las Juntas adheridas a la misma fórmula presidencial.

Quien asuma el nuevo gobierno deberá sortear su primer desafío electoral a los tres meses con las elecciones departamentales y municipales del 11 de mayo de 2025.

El próximo Legislativo: por qué es clave el resultado de la elección de hoy

Aunque hoy no se defina al próximo Presidente -o aún en el caso de suceder- lo que quedará establecido es el próximo Legislativo que acompañará al gobierno que asuma en marzo de 2025. En este aspecto, los porcentajes que obtenga la Coalición por separado sí operarán de forma acumulativa para determinar si la próxima Cámara de Representantes y el Senado será uno de mayoría frenteamplista o no.

Desde 1999, esta fuerza progresista dominó el porcentaje de votos obtenidos en primera vuelta, lo cual determinó su peso relativo en el Legislativo como oposición y oficialismo entre 2005 y 2020.  En esta oportunidad, los pronósticos ubican al Frente Amplio con una intención cinco puntos arriba que la cosecha de votos en la primera vuelta de 2019, con el entonces exintendente de Montevideo Daniel Martínez como postulante a la Presidencia. 

Así y todo, en la Huella de Seregni, el campamento frenteamplista, se muestran prudentes. El número deseado es superar la mayoría de 16 bancas en el Senado y las 50 de Representantes pero en este punto los sondeos previos son discordantes y ninguno tan optimista para los intereses de Yamandú Orsi, en caso de ganar la elección, o del Frente Amplio para condicionar un nuevo gobierno multicolor.

En 2020, Martínez pudo convertirse en el primer Presidente del Frente Amplio en gobernar sin mayoría legislativa propia. Entonces, el FA sumó el 39% de los votos contra el acumulado del 55% que obtuvieron los cuatro cinco partidos de la Coalición multicolor, algunos con solo un escaño conquistado. 

En términos nominales, significó 56 diputados para la Coalición -30 blancos, 13 colorados, 11 de Cabildo Abierto y uno para el Partido Independiente y el Partido de la Gente- contra 42 del Frene Amplio. En el Senado, por su parte, fueron 17 para la Coalición -10 blancos, 4 colorados y 3 de Cabldio Abierto- contra solo 13 del Frente Amplio.

Esos números no son menores en vistas de la competencia interna que se libra en esta elección en paralelo a la presidencial en las internas de cada fuerza mayoritaria (Frente Amplio, Colorados y Blancos) a partir de los diversos sublemas que la componen y que aún en caso de aglutinarse como mayoría u oposición abrirán un capítulo aparte a la luz de las compulsas de poder intestinas.

Acorde a las encuestas, existe la posibilidad de un gobierno dividido en caso de que gane el Frente Amplio la presidencial -en primera o segunda vuelta- y la Coalición multicolor domine el próximo Legislativo. Todo dependerá del porcentaje que obtengan en esta primera vuelta. Quizás por ello Orsi se ocupó hoy de remarcar la necesidad de definir “tres o cuatro temas urgentes, relevantes y centrales” como la educación, la seguridad y la infancia para avanzar en consensos de cara al próximo gobierno.

Qué son los plebiscitos que se votan en Uruguay

En paralelo a las votaciones nacionales, se definirán dos plebiscitos en la primera vuelta de las elecciones 2024. No es la primera vez que coinciden los comicios generales con la puesta en discusión de temas de calibre institucional. En esta oportunidad, se trata de una pregunta que versa sobre la seguridad y otra sobre el sistema previsional en busca de reformar la Constitución y que divide las aguas dentro de las fuerzas políticas.

Son papeletas más pequeñas, de color amarillo y blanco, que se distinguen de las partidarias y que solo contienen la leyenda SI para quienes respalden los cambios en la letra de la Constitución que se consignan por escrito en el papel. Quienes se opongan simplemente no deben introducir la papeleta en el sobre y dentro de la urna, lo que se contabiliza como un No. Explicaban los analistas que el desconocimiento juega a favor del rechazo y no es un dato menor porque era alto en las encuestas de la previa.

Uno de ellos busca reformar el artículo 11 para que se permitan los allanamientos nocturnos “por orden expresa y fundada de un juez competente” aún en el caso de las residencias privadas. Lo que puso en discusión esta reforma es la inviolabilidad de la propiedad y del concepto de hogar en el sistema institucional de Uruguay.  El Frente Amplio se opone en su conjunto.

En la actualidad, estos operativos solo se pueden realizar a la luz del día y, de hecho, el actual Gobierno buscó modificar esta cuestión cuando impulsó la llamada LUC, una reforma integral del sistema de leyes al inicio de la gestión multicolor y en plena pandemia, donde se englobaron reformas orgánicas de diverso tenor, muchas de las cuales no prosperaron. Tiene una papeleta amarilla.

Un día de definiciones para el futuro del país y la vida de nuestra gente. Además de la elección general, se ha abierto un espacio de democracia directa, que nos permite decidir sin intermediarios, aspectos centrales de nuestro futuro. pic.twitter.com/RYNzcr6cVV

— Marcelo Abdala (@MarceAbdalaCNT) October 27, 2024

El otro plebiscito es una reforma de la seguridad social, que propone la redacción del artículo 67 de la Constitución para prohibir las Administradoras de Fondos de Ahorro Previsional (AFAP) -el equivalente a las AFJPs en la Argentina-, establecer un piso común para las jubilaciones y pensiones mínimas con el salario mínimo nacional -una deuda que reconocen el grueso de los candidatos, más allá de sus diferencias políticas- y retrotraer la edad mínima de jubilación a los 60 años, con 30 años de trabajo cumplidos.

La última fue una modificación que había impulsado por ley el actual presidente Lacalle Pou subiéndola a 65 e incluso 68 años en algunos casos. la otra es una modificación de la Ley N° 16713 de Seguridad Social, promulgada en septiembre de 1995 por el presidente Julio María Sanguinetti, del Partido Colorado. En este caso, se vota con una papeleta blanca.

El plebiscito lo motoriza el PIT-CNT, el equivalente a la CGT en Argentina, junto a algunas fuerzas de izquierda dentro del Frente Amplio. El candidato a Presidente de la alianza progresista, no obstante, y su candidato al Ministerio de Economía, Gabriel Oddone, ya sostuvieron que no es viable de incluir esa reforma en la Constitución. 

Un rechazo que comparten los otros contendientes a la Presidencia aunque, en su caso, con un argumento más tajante respecto a la inseguridad jurídica que se abriría en Uruguay si sufre una lluvia de demandas judiciales por parte de las AFAP, tal como advirtió la calificadora de riesgo Morningstar DBRS. Incluso en la última semana, desde el Partido Blanco aprovecharon para cuestionar a Orsi por un video que se filtró de un referente de su fuerza hablando de “nacionalizar” las jubilaciones en una reunión de campaña.

Dónde esperarán los resultados los candidatos a la Presidencia y qué harán después

Como sucedió en 2019, la Coalición multicolor compite desacoplada en esta primera vuelta y cada uno de los partidos (Blanco, Colorado, Cabildo Abierto y el Partido Independiente) seguirá el conteo junto a su propio candidato en diversos puntos de la ciudad de Montevideo. Así y todo, se reunirían para la foto final de la jornada en Plaza Varela junto al ganador de esta suerte de interna abierta que se dirimirá entre el exsecretario de la Presidencia, Álvaro Delgado (Blanco) y el presidenciable de los Colorados, Andrés Ojeda, una de las figuras disruptivas en esta campaña.

Pablo Mieres, “el eterno candidato del 1%”, como lo apodan algunos con cierta sorna en Uruguay, fue el primero en votar temprano en la mañana. Su equipo se ubicará en el Hotel Crystal Tower, lugar elegido por el Frente Amplio en la última elección que perdió por poco más de 30.000 votos. El Partido Nacional se reunirá con Delgado en la sede del sector Todos, elegida por el hoy presidente Luis Lacalle Pou hace cinco años. 

Otro de los presidenciables de la Coalición, el militar retirado Guido Manini Ríos, quien fuera la figura distinta en 2019 coqueteando con la imagen del “Bolsonaro uruguayo” pero ahora aparece deslucido, escogió el Hotel Dazzler, en Punta Carretas, mientras que Andrés Ojeda repetirá, por cábala, su campamento en el Hotel Hilton Garden Inn, en las cercanías del Montevideo Shopping.

Por su parte, el Frente Amplio ya convocó a sus seguidores en el Hotel NH Columbia, en la rambla de la Ciudad Vieja, donde confluirán sus dirigentes cuando cierre la jornada electoral. Dato curioso: en 2019 ese fue el lugar elegido por el Partido Colorado, con Ernesto Talvi a la cabeza, pero un memorioso del partido se apuró a apuntar a El Cronista que fue el mismo lugar donde José “Pepe” Mujica celebró su triunfo en 2009, en el segundo de los tres gobiernos frenteamplistas. 

El histórico dirigente, de los pocos que quedan de aquella dirigencia original, es el padrino político del actual candidato, Yamandú Orsi. Votó temprano en una escuela de Rincón del Cerro. Su figura se mantuvo latente en el proceso electoral, con las limitaciones de su frágil estado de salud que motivó que hoy lo acercaran a su mesa electoral en silla de ruedas. Así y todo, suscribió, por caso, al rechazo al plebiscito previsional en línea con Orsi por considerar que no se puede fijar a fuego en la Constitución los pilares de un sistema que debe adaptarse a los cambios permanentes del mundo laboral.

Gustavo Salle, el otro candidato “outsider” de esta elección -pese a que ya había competido en 2019 por la Presidencia- con un discurso anti-sistema que apunta ahora contra la “cleptocorporatocracia” convocó a sus seguidores a la sede de Identidad Soberana, en pleno centro montevideano, sobre la avenida 18 de Julio.  Hay quienes sostienen que puede ser la gran sorpresa de la jornada si se cumplen los pronósticos e ingresa al Senado como parte de los partidos chicos que irrumpieron en esta elección. 

Por Prensa Pura Digital

DIARIO DE VILLA LA ANGOSTURA Y REGIÓN DE LOS LAGOS. NEUQUÉN.